Con el objetivo de reducir el gasto del combustible o alargar la vida útil de un vehículo, muchos conductores en España circulan con el automóvil en bajas revoluciones, una práctica que tiene más contras que pros.
En la actualidad, el auge de precios de los automóviles nuevos que se venden en España hace que buena parte de los conductores busquen alargar la vida útil de sus vehículos hasta el máximo. Muchos de ellos adoptan ciertos hábitos o manías al conducir, y uno de los más comunes es mantener el motor a bajas revoluciones.
Por tanto, algunos conductores utilizan esta técnica con la falsa creencia de que esto ayuda en varios aspectos al coche, tales como el ahorro del combustible. Pero es preciso avisar que no es así, ya que un uso abusivo de este recurso puede ser contraproducente y provocar un fallo mecánico antes de tiempo.
¿Qué le ocurre al coche al circular con bajas revoluciones?
Conducir a bajas revoluciones puede provocar una obstrucción de los sistemas de anticontaminación y de los filtros de partículas, ya que si no alcanzan las temperaturas óptimas para su correcto funcionamiento, puede que atasquen estas piezas. Esto, a largo plazo, supone que el motor baje su rendimiento y que el combustible permita hacer menos kilómetros de los que normalmente hace.
Todo ello puede derivar en averías de diversa cuantía económica, que es precisamente lo que el hábito de mantener el coche a bajas revoluciones pretendía evitar. Alguno de estos contratiempos pueden producirse en la junta de la culata, en el turbo, en la válvula EGR o en los cilindros, además de en otras piezas del vehículo.
¿Qué es mejor RPM altas o bajas?
Cuando se conduce a altas revoluciones, el vehículo produce un aumento en el flujo de gases de escape, lo que contribuye a la eliminación de los vapores contaminantes. Esto facilita el cumplimiento de los estándares de emisiones durante la prueba de la ITV, a diferencia de cuando se conduce a bajas revoluciones.
Además, según los expertos, las cajas de cambios que montan actualmente los coches tienen más marchas que las versiones anteriores, por lo que las más altas tienen la capacidad de 'aliviar' el motor. Esto permite que la conducción sea mucho más eficiente en terrenos planos, lo que, sumado a una velocidad constante, hace que el consumo de combustible sea bastante inferior.
A pesar de ser una estrategia para prolongar la vida útil del motor, esta técnica solo es efectiva si se aplica correctamente y en moderación, ya que un exceso sería perjudicial para el vehículo. Para prevenir averías prematuras, es crucial realizar el mantenimiento adecuado del automóvil.
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