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El amago de renuncia de Pedro Sánchez y su carta a la ciudadanía ha tenido un efecto casi inmediato en las bases del PSOE, un partido con 177.000 militantes y con capilares por todo el territorio nacional. Las ejecutivas socialistas provinciales han jugado un papel clave a la hora de confeccionar la marea sanchista que desfilará este sábado en Madrid con destino Ferraz. En la sede socialista se reunirá de forma paralela el Comité Federal que debe aprobar las listas socialistas a las elecciones europeas del 9 de junio y que se celebrará sin Sánchez, que ha cancelado su agenda hasta las últimas consecuencias. Y fuera se espera la llegada masiva de afiliados y simpatizantes en una concentración de la que la cúpula del partido se desvincula.
Los autobuses llegarán a Madrid desde distintos puntos de la geografía española, aunque en Ferraz insisten en que la dirección federal no ha puesto en marcha este movimiento. "Es de abajo arriba", asegura un dirigente de Castilla y León, desde donde hay confirmados varios autocares después de que "durante toda la mañana" las sedes hayan recibido llamadas de afiliados "para que les busquen autobuses" para desplazarse hasta la capital. "Llaman, piden que les organicen y el partido responde", explica esta fuente.
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Otros dirigentes de esta misma federación reconocen, sin embargo, que son las organizaciones provinciales del PSOE las que están ofreciendo a sus militantes la opción de acudir este sábado hasta la capital. El objetivo es escenificar una potente imagen de unidad, al más puro estilo de una marea, en torno a la figura del presidente del Gobierno, unos días después de la apertura de diligencias por parte del juez Juan Carlos Peinado contra su mujer, Begoña Gómez, recurridas por la Fiscalía de Madrid.
Cierre de filas
"Esa batalla no la pueden ganar los malos. Los malos son los que ensucian, los malos son los que embarran y hacen guerra sucia para tumbar a un Gobierno legítimo, que surgió de las urnas. No pueden ganar quienes hacen guerra sucia y van contra la democracia". La frase, contundente y dicotómica, es de Diana Morant, ministra de Ciencia y Universidades. La secretaria general del PSPV-PSOE lleva desde el miércoles, cuando Sánchez hizo su amago de dimisión, realizando declaraciones que llaman al cierre de filas. Incluso convocó a su ejecutiva de forma telemática anoche para lanzar un comunicado oficial de apoyo a Sánchez. “No debemos retroceder. Nuestra sociedad merece un gobierno íntegro, comprometido con los valores europeos y que sea el reflejo de la mayoría social de nuestro país”, afirma el documento.
Este jueves, coincidiendo con las nuevas arengas de sus líderes autonómicos, provinciales y locales, las agrupaciones de la federación socialista valenciana, la segunda en número de militantes (cerca de 18.000), comenzaron a organizar el flete de autobuses para ofrecerlos a los militantes. Fuentes de la dirección del PSPV insistían en que la iniciativa de convocar y facilitar la movilización ha partido de las agrupaciones, mientras la dirección provincial de Valencia, encabezada por el alcalde de Mislata, Carlos González Bielsa, ha difundido un formulario ofreciendo transporte a Madrid.
En el escrito se insiste en el argumentario empleado por el propio Sánchez. "No todo vale en política. La estrategia del fango que practica la derecha y la ultraderecha es detestable. Los demócratas somos más, por eso es necesario que militantes y simpatizantes nos movilicemos como muestra de apoyo a nuestro secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez", señala el PSPV de la provincia de Valencia. Está previsto que los autocares salgan a las 6 de la mañana del sábado desde el estadio de Mestalla, en el cruce de las calles Suecia y Artes Gráficas de Valencia, para llegar a Ferraz antes de las once horas.
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Se da la circunstancia de que Bielsa fue uno de los cuadros socialistas que vio frustrado su deseo de disputar la sucesión de Ximo Puig en el PSPV, después de que tanto Sánchez como el secretario federal de Organización, Santos Cerdán, propiciasen un acuerdo en torno a Morant para evitar las primarias. El paso de Bielsa facilitando medios para que los afiliados viajen a Madrid en apoyo del presidente del Gobierno es revelador de que, más allá de los pulsos y litigios internos, se está produciendo un importante efecto aglutinador en la organización tras la publicación de la carta del líder socialista.
Ímpetu vs. perfil bajo
"Está claro que la gente quiere ir porque lo está pidiendo", señala, por su parte, una dirigente andaluza, que considera "lógico" que las agrupaciones que reciban peticiones de la militancia "faciliten" la contratación de los autobuses. "El dinero de las agrupaciones es de los militantes", insiste, al tiempo que asegura que los grupos de WhatsApp locales están en ebullición, porque "todo el mundo quiere estar el sábado en Ferraz". "Yo no he visto otra cosa igual en mucho tiempo", expresa este cargo orgánico de la mayor federación del partido, con más de 44.000 militantes. "La mayoría se autoorganiza en la logística con unas ganas que están fuera de lo habitual", apunta un secretario de Organización provincial, que dice estar "desbordado" por la respuesta de los militantes y simpatizantes "para mostrar apoyo al presidente".
La opción de un desembarco de militantes socialistas en la capital fue cogiendo fuerza con el paso de las horas, cuando también se sucedieron los comunicados de apoyo a Sánchez por parte de las agrupaciones locales y regionales. Con este escenario, hubo autonomías, como Andalucía, Comunidad Valenciana, Castilla y León o Asturias, donde rápidamente se anunció la puesta en marcha de autobuses. Los socialistas gallegos, pese a que el domingo celebran el congreso que encumbrará a José Ramón Gómez Besteiro como secretario xeral del PSdeG, no descartan tampoco poner autocares, pese a la cercanía entre ambos eventos. Las Juventudes Socialistas (JSE), por su parte, expresaron su apoyo a través de un vídeo en su cuenta de Tiktok, donde alimentaron la propuesta bajo el lema "todos y todas a Ferraz".
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En cambio, hubo otras federaciones que demostraron menos ímpetu con la idea. Las fuentes del partido consultadas en Castilla-La Mancha, donde Page no ha ocultado sus diferencias con Sánchez en numerosas ocasiones, subrayan que la "responsabilidad" de poner autobuses a disposición de los militantes correrá a cargo de cada agrupación, e insisten en que no hubo orden por parte de Ferraz ni tampoco se elevaron directrices a nivel autonómico. De esta forma, la pelota estará en el tejado de las Casas del Pueblo.
También mantuvieron un perfil discreto los socialistas de Aragón, una federación totalmente dividida entre sanchistas y antisanchistas. Mientras ejecutivas provinciales como la de Zaragoza, gobernada por el expresidente Javier Lambán, han tenido importantes roces con Sánchez; otras, como la de Huesca, no ocultan su cercanía con el presidente. En este sentido, las fuentes consultadas sugieren que les "extrañaría mucho" que hubiera un respaldo masivo de los socialistas aragoneses a la marea sanchista en Madrid, aunque se espera que haya representación oscense y también contingentes de algunas agrupaciones de Zaragoza y Teruel.
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Ferraz ha sido el epicentro de las movilizaciones contrarias a Pedro Sánchez desde que comenzó el trámite de la ley de amnistía y durante varios días registró disturbios entre los manifestantes y la Policía Nacional. El miércoles, tras la publicación de la carta de Sánchez, varios espontáneos se presentaron junto al número 70 de esta céntrica calle de la capital. El sábado, después del ejercicio de músculo territorial que ha ejecutado a lo largo de toda la jornada el PSOE, se prevé una presencia multitudinaria, algo que encaja con las publicaciones en redes sociales, pero también con llamamientos a la movilización, que ha iniciado al punto de la mañana el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
Con estos mimbres, queda por ver si la militancia finalmente arropa de forma masiva a su secretario general y la concentración supera la que hubo el 1 de octubre de 2016, cuando los barones del partido se conjuraron para desalojar a Sánchez de Ferraz. Acabó volviendo, aupado precisamente por la militancia en unas primarias en las que derrotó a Susana Díaz y Patxi López.
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