No sabemos si llegaremos a tener más películas con Indy. Aunque lo cierto es que lo dudamos, sobre todo en la gran pantalla.
Si hasta entonces había sido un filón de oro, infalible en su capacidad para atraer a los espectadores en masa a los cines, la fortuna se le acabó al aventurero más famoso del séptimo arte con la quinta entrega. Indiana Jones y el dial del destino, que por primera vez no dirigió Spielberg y el testigo de tomar las riendas de la dirección pasó a James Mangold. Se estrenó el verano del pasado año y su taquilla a nivel mundial fue 383,9 millones de dólares, la decimosexta película más taquillera de 2023.
Una cifra muy lejana al rendimiento que habían obtenido los otros títulos de la saga, también a todos luces insuficiente para cubrir su colosal presupuesto y que acabó disparándose casi hasta los 385 millones. En gran parte dada la ambiciosa producción, pero también incrementada por el sueldo de Harrison Ford, de 25 millones (aunque llegó a cobrar mucho menos que por El reino de la calavera de cristal), y sobre todo por los parones y reinicios del rodaje obligados por la pandemia, y otros 79 millones añadidos por las labores de mejora en la postproducción.
Un presupuesto, y visto sus resultados en taquilla, que según un artículo de la revista Forbes se revela que al menos habría hecho perder a los estudios Disney 134,2 millones en su explotación en las grandes salas, pues del total de la recaudación, a Disney apenas le correspondería la mitad, como mucho, de lo ingresado.
La acogida en taquilla palidece, por ejemplo, ante lo que cosechó la anterior entrega, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal, doblando prácticamente lo que habría amasado el dial del destino con sus 786,6 millones obtenidos.
Y, definitivamente, confirmando que el pasado 2023 fue un muy mal año para Disney, por muy felices que se las prometieran en un momento en el que también celebraban el centenario del nacimiento de los estudios. Perdió el liderato absoluto en el ranking de las películas más taquilleras y también vio como otras de sus más esperanzadoras propuestas, como el live action de La sirenita o el largometraje de animación de Pixar Elemental, cumplían, pero sin arrasar en los cines, y especialmente como otras superproducciones suyas, caso de la película también de animación Wish: El poder de los deseos, su gran apuesta de cara ya a las Navidades, también pinchaba con solo 254,2 millones de dólares recaudados, y como The Marvels junto a sus socios de Marvel Studios pasaba todavía con mayor indiferencia ante el público, con sus 206,1 millones.
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