El principal testaferro confiesa: "Fui a Luxemburgo por orden de Zaplana, el dinero era suyo"

El principal testaferro confiesa:

Perfil bajo, carácter reservado, silencioso. Joaquín Barceló, 'Pachano' para sus amigos de toda la vida, sería en cualquier película de pícaros un personaje secundario: el hombre que firma papeles y poco más, siempre aparece a la sombra de sus jefes. Pero hoy era su día. Hoy declaraba como acusado en el juicio del caso Erial. Y lo ha hecho para hacer una enmienda a la totalidad a la declaración autoexculpatoria del exministro de Trabajo, Eduardo Zaplana. "Fui a Luxemburgo por orden de Zaplana", explicó a preguntas del Fiscal Anticorrupción, Pablo Ponce, sobre la constitución de Imison International en el despacho de Beatriz García Paesa, sobrina del exespía fallecido, Francisco Paesa. Esa sociedad es el origen del caso Erial, la mercantil receptora de las presuntas comisiones pagadas por la familia Cotino a cambio de las concesiones de estaciones de ITV y parques eólicos. La acusación reclama 19 años de prisión al expresidente de la Generalitat valenciana por blanqueo de capitales, cohecho y organización criminal.

"Zaplana me explicó que Juan Francisco García (jefe de gabinete de Zaplana en la Presidencia de la Generalitat valenciana) se había portado bien con él. Se había encontrado con un dinero que no esperaba: dos millones y medio de euros. Me dijo si me podía hacer cargo de esa cantidad porque estaba en la política y tenía miedo, más al tema mediático más que jurídico", arrancó Barceló en su declaración.

"Juan Francisco (que presidía la comisión de contratación del concurso de ITV y ha negociado también un acuerdo con el fiscal de confesión a cambio de rebaja de petición de penas) me dijo que era una operación trasparente y lícita y acepté por amistad con Eduardo. Fui en el avión a Luxemburgo con Vicente Cotino". Según añadió, comenzó a sospechar de todo cuando los agentes de la UCO de la Guardia Civil le detuvieron y le dijeron que en Imison había depositados 6,4 millones de euros, mucho más de los dos millones y medio iniciales.

Fue solo el principio de una cascada de revelaciones durante el interrogatorio de la mañana de este miércoles en la Sala Tirant de la Ciudad de la Justicia de Valencia. Barceló confesó que el que era asesor de Zaplana, Francisco Grau, también acusado, fue quien le entregó cinco millones y medio de euros del exministro para transportarlos a sus cuentas en Andorra. Con una bolsa, dijo. "He hecho lo que me decía el señor Grau siempre sin rechistar", explicó. "Era dinero de Zaplana", afirmó en otro momento. "Solo Plaza Fountains es mía, las otras sociedades andorranas no son mías", dijo sobre las mercantiles que figuraban a su nombre y que depositaban cuentas en Andorra, como Puncak Services o Merceron, con sede real en Panamá. "¿Dentro de esta organización o de este grupo le tenían a usted para firmar?", continuó el acusador. "Sí", dijo Pachano en dos ocasiones mientras Zaplana se encogía en su silla del banquillo de los acusados. "Lo que me pedía se lo daba", era mi amigo del alma".

Víctor Romero. Valencia

También reconoció que fue Zaplana quien gestionó con el financiero uruguayo Fernando Belhot la confección de poderes para traspasarle el patrimonio presuntamente opaco del exejecutivo de Telefónica a dos sociedades uruguayas, Misleny y Disfey. "A Belhot me lo presentó (el exministro) para sustituirme en el tema de los bienes de Zaplana, para gestionar su patrimonio. Los poderes me los da el señor Zaplana. Me dijo 'toma esto, me lo ha dado Fernando (Belhot) para ti'. Lo acepto. No hice uso de esos papeles jamás". Esas mercantiles llegaron a acumular seis millones de euros en Suiza, que Belhot entregó a las autoridades españolas durante la instrucción. El asesor sudamericano tiene que declarar como testigo en el juicio por videoconferencia. Su testimonio durante la investigación también señala el expolítico.

¿Usted era el testaferro del señor Zaplana?: "Sí. Era amigo. Me pidió favores y se los hice. Si eso se llama testaferro, pues testaferro, sí", afirmó con contundencia. A continuación explicó también que la aparición de su nombre de algunas de las sociedades investigadas por realizar operaciones inmobiliarias y repatriación de fondos no era más que una formalidad. Así fue en el caso de Medlevante, que trató de fraguar la compra de apartamentos en Alicante. ¿En esas sociedades usted ha puesto algo de dinero?, le preguntó el fiscal. "Nunca", dijo Pachano. Solo puso la firma, detalló. "¿Medlevante era la sociedad que canalizaba el dinero de Eduardo Zaplana?", requirió Pablo Ponce. "Sí", reiteró Barceló. Esa mercantil recibió más de dos millones procedentes de Luxemburgo.

Otra mercantil, Gesdesarrollos, recibió otros dos millones. Barceló manifestó que fue Grau quien se encargó de constituir Gesdesarrollos. El dinero de estas empresas se usó para desatascar la compra dos áticos que estaban embargados y arrancar la operación de la compra de una parcela en la Urbanización La Finca, para la que se usó la empresa Costera del Glorio, que sí tiene su origen en el patrimonio familiar de Barceló. Según explicó, fue Zaplana quien negoció la compra con el empresario Luis García Cereceda (ya fallecido). "No era mía. Y no vi nada ilegal en esa operación". El amigo de la infancia del exministro, que participó en la gestión de esas operaciones, reiteró que se trataba operaciones en las que Zaplana era el beneficiario, incluida la compra del yate Loix, que disfrutaba el exministro de Trabajo.

Víctor Romero. Valencia

Tras la recompra de la parcela por parte de Cereceda, cerca de los más de dos millones de euros de plusvalía se reinvirtieron en la compra de un piso en la calle Núñez de Balboa en Madrid, valorado en 1,3 millones de euros. "Él prefería que esté a mi nombre. Estaba más tranquilo. El piso es legal aparentemente". De nuevo, Barceló admitió que no negoció nada en la compra de ese inmueble, que el martes Zaplana aseguraba que se lo había dejado su amigo, y que recibió 100.000 euros en efectivo del expresidente de la Generalitat para hacer parte de la compra. Barceló también extendió cheques con fondos de Costera del Glorio que sirvieron para amueblar el piso y un reloj de lujo, valorado en 20.000 euros. Ese reloj, según la UCO, terminó en manos de Ignacio González, exvicepresidente de la Comunidad de Madrid, aunque Barceló pensaba que era para Zaplana.

El asunto del piso de Núñez de Balboa generó problemas entre Barceló, Francisco Grau y Zaplana. Este le entregó el primero un documento en el que se detallaba un supuesto préstamo de 500.000 euros en favor del exministro para garantizar que pudiera reclamarlo a su favor. "Eso no me gustó", dijo Barceló, "teníamos una relación de confianza. Mi mujer se negó a firmar".

"¿Se considera utilizado o defraudado por el señor Zaplana?", fue la última pregunta del fiscal. "Defraudado. Me ha utilizado para todo esto y punto. Siempre lo he hecho pensando que las cosas eran lícitas y se las hacía". Barceló no contestó a nadie más en su comparecencia. Los abogados de Zaplana, Grau o Saturnino Suanzes dejaron constancia de sus preguntas tras permitirlo el juez.



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