En el crimen de la guardia urbana no se pudo determinar oficialmente la forma en la que se mató a Pedro Rodríguez, sin embargo, en el juicio hubo tres versiones de los hechos: la de Rosa Peral, la de Albert López y la del fiscal Félix Martín
¿Cuántas mentiras pueden caber en una sola muerte? En el caso del crimen de la Guardia Urbana fueron demasiadas para reconstruir con total certeza, lo que ocurrió la madrugada del 2 de mayo de 2017.
Esta historia comienza con el hallazgo de un coche calcinado en las inmediaciones del pantano de Foix, el 4 de mayo de 2017. Allí, entre las cenizas del vehículo, los policías encontraron un cuerpo -o lo que pudo haber sido, porque solo quedaba polvo-, y muy pronto supieron que se trataba de Pedro Rodríguez, un agente de tráfico de la Guardia Urbana.
Ahora, uno de los condenados por su crimen, Albert López, ha confesado ser culpable de asesinato para obtener permisos penitenciaros. Pero, empecemos por el principio.
La versión de Rosa Peral: Albert, un hacha y muchos golpes
Cuando la policía contactó por primera vez con el entorno de Pedro, su exmujer y madre de su hijo, Patricia, les comunicó que él tenía una relación nueva con otra mujer. Ella era, en efecto, Rosa Peral. Tenía 36 años, dos hijas - de su exmarido Rubén Carbo, compañero de la guardia- y también era agente de la Guardia Urbana de Barcelona.
Desde hacía unos meses ambos -Rosa y Pedro- convivían juntos en casa de ella con sus hijas, a pesar de que su relación era muy reciente, y lo que al principio parecía un 'nido de amor', muy pronto se transformó en una pesadilla.
Aunque al principio, en las primeras declaraciones -el juicio se celebró 3 años después, en 2020- Rosa remarcó en todo momento que su relación con Pedro era muy feliz y que ambos estaban muy enamorados. Y así constaba en las fotografías extraídas del los móviles de ambos, en los que se les veía reír, besarse y disfrutar el mismo día del asesinato de Pedro.
Sobre su relación con Albert Lopez, su amante, Rosa Peral siempre sostuvo que nunca tuvieron una relación amorosa, más allá de encuentros sexuales esporádicos y que él no significaba nada para ella. Entonces, si no se trato de un complot entre ellos para deshacerse de Pedro y poder estar juntos, como afirma la fiscalía, ¿cómo dice Rosa que ocurrieron las cosas?
Según ella, la madrugada del dos de mayo, Pedro y ella estaban en casa haciendo algunas tareas del hogar, cuando Albert se presentó -movido por un ataque de celos- en la puerta de su casa con un pasamontañas cubriéndole la cara, una mochila, un hacha y la pistola guardada en los pantalones.
Al verlo, 'muerta de miedo' -siempre según su versión- salió corriendo hacia arriba de la casa y se encerró en una habitación con las niñas. Una vez allí arriba comenzó a escuchar 'golpes, muchos y muy continuos'. Y al cabo de una hora o dos Albert la amenaza para 'que baje o sino va a ir a por las niñas'. Y le pide las llaves de casa y del coche de Pedro, obligándola a ayudarle a deshacerse del cuerpo.
La versión de Albert: Rosa, víctima de violencia de género y una pistola
Lo que ocurrió, según la versión de Albert es muy diferente a lo que cuenta Rosa Peral en su declaración oficial. Él asegura que aquella noche, Rosa le pide que vaya a su casa porque Pedro se ha enfadado y se ha puesto tan agresivo como para llegar a pegarla.
Aunque esa es solo la primera de sus versiones, porque a lo largo de las cinco declaraciones que tuvo que prestar, Albert cambio muchos de los detalles de lo ocurrido.
En su declaración definitiva, y para sorpresa de todos, Albert declaró algo que hasta entonces nunca había dicho: que Rosa mató a Pedro con una pistola -en efecto, se encontró una bala de la guardia urbana en el maletero del vehículo hallado y también se demostró que faltaba una bala en la pistola de Rosa- y más tarde se lo confesó y le pidió ayuda para deshacerse del ... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}