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Para participar en el acto fundacional de Sumar hay que pagar. Es cierto que el precio es asequible, ya que hay entradas desde 58 céntimos, pero también hay posibilidad de aportar casi 19 euros. La recaudación puede ser muy alta, ya que la I Asamblea de Sumar se celebrará el próximo sábado 23 de marzo en La Nave, un espacio en el sur de Madrid que tiene un aforo de hasta 4.000 personas. Como si de un festival de música se tratase, el partido de la vicepresidente segunda, Yolanda Díaz, ha dado varias opciones a sus militantes y simpatizantes, una "pequeña contribución para ayudar al proyecto", según rezan los mensajes que envían desde la cúpula magenta a los territorios para preparar el evento.
Las opciones son varias, incluso hay entradas de día completo y solo al acto de cierre. En ambos casos, la asistencia sin más añadidos cuesta 58 céntimos, un precio simbólico que sirve también para controlar la asistencia. A partir de ahí, hay varias opciones. Para los que quieran escuchar solo a la vicepresidenta, hay una opción por 9,28 euros que incluye un recuerdo del evento y una contribución para el arranque orgánico del partido, pero en estos dos casos solo podrán acceder al recinto desde las 17:00 del sábado.
Las entradas de día completo permiten llegar a las 10:00 a este complejo situado en la localidad de Villaverde. Y las opciones son más amplias. Por 0,58 euros se puede acceder, pero, si los asistentes quieren picar algo, deben optar por la entrada que incluye la comida, por 6,38 euros. Si, además, quieren llevarse el recuerdo, tendrán que pagar 9,28. Existe la posibilidad de que los afiliados quieran comer allí, quedarse con el detalle para rememorar su participación en el bautismo de Sumar y, además, apoyar a la formación de Yolanda Díaz en lo económico. En esos casos tendrán que abonar 18,94 euros.
Lejos quedan esos mítines multitudinarios que se llenaban con autobuses a cargo de los partidos, aunque todavía hay algunos, y bocadillo para los asistentes. Ahora es habitual que los partidos políticos pidan a sus militantes y simpatizantes aportaciones económicas, y son muy comunes las campañas de microcréditos. La llegada de Podemos al tablero político español popularizó estar práctica hace años, pero ya se ha sumado el PSOE en los últimos años para huir de las reservas de las entidades financieras a prestar dinero de los bancos.
Gran parte de los fondos que captan los partidos salen de sus resultados electorales, ya que las formaciones reciben dinero público para cubrir sus gastos de envíos por correo y también una cantidad por cada voto y cada escaño que logran. Sumar es una formación joven y no puede recibir grandes cantidades por este concepto, ni tampoco por otra de las vías que utilizan las distintas fuerzas para sobrevivir económicamente: las aportaciones de sus cargos públicos. Y no solo diputados, sino también parlamentarios autonómicos e incluso concejales.
Sumar tiene pocos cargos públicos y, además, tiene la particularidad de que no todos ellos forman parte directa de la formación magenta. En el Congreso, solo 10 de los 27 diputados son cuota de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, el resto responden ante los comunes, IU, Compromís, la Chunta Aragonesista o Más Madrid. La coalición tiene un reglamento económico que distribuye los recursos públicos entre los distintos socios de la alianza, lo que resta a Sumar, como partido independiente, la llegada de dinero público para su sustento. En las elecciones autonómicas del 28 de mayo, Sumar no llegó a presentarse, por lo que el proyecto de la vicepresidenta no tiene parlamentarios en las asambleas regionales más allá de Esperanza Gómez, que fue líder de Más País en Andalucía, una formación que ahora se ha integrado orgánicamente en Sumar, y es diputada por Sevilla en el Parlamento andaluz.
Esta asamblea llega en medio de tensiones entre los distintos partidos que conforman Sumar y después de que Podemos abandonase la coalición a finales del año pasado. El proceso de implantación orgánica del proyecto de Yolanda Díaz ha levantado suspicacias entre sus aliados hasta el punto que Compromís ha optado directamente por no participar en los eventos que ponen en marcha los de la vicepresidenta segunda en la Comunidad Valenciana. Más Madrid también levantó la voz, mientras que IU en Andalucía ha intentado imponer sus tesis en las asambleas locales que se están celebrando por el territorio, ya que en la comunidad más poblada del país el principal sustento de militantes al partido de la líder gallega lo aportan la federación de izquierdas y el Partido Comunista de Andalucía.
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