Incluir fibra en el desayuno es esencial para la dieta de las mujeres que están experimentando la menopausia, ya que ayuda a regular los niveles de estrógeno, reduciendo la intensidad de los sofocos y la sudoración.
El desayuno es conocido como la comida más importante del día, con el envejecimiento llega la menopausia y el cuerpo pide otros alimentos. En España, según datos de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), la edad media de comienzo de la menopausia se sitúa en torno a los 51,4 años.
Como consecuencia de la llegada de la menopausia, el cuerpo de la mujer experimenta cambios internos y físicos, como el descenso de estrógenos. Sin embargo, existe un alimento que ayuda a regular los niveles de estrógeno, reduciendo la intensidad de los sofocos y la sudoración nocturna: la avena.
El desayuno que reduce el colesterol
Durante la menopausia se observa a menudo un aumento de los niveles de colesterol. Existen dos tipos de colesterol, el HDL (el bueno y necesario para diversas funciones), y el LDL (el malo, debido a que acumula grasa era las arterias dificultando la circulación).
La fibra betaglucano que contiene la avena se une activamente al colesterol malo, ayudando a eliminarlo del organismo y reduciendo los niveles de colesterol total y LDL. Este mecanismo de reducción del colesterol aporta beneficios cardiovasculares.
El alimento que alivia los sofocos de la menopausia
Los sofocos y los sudores son algunos de los síntomas más comunes asociados a la menopausia que experimentan las mujeres de alrededor de 50 años. La avena tiene propiedades refrescantes y calmantes, que la convierten en un remedio natural eficaz para mitigar estos síntomas.
La presencia de fitoestrógenos, un grupo de compuestos vegetales de estructura similar a la del estrógeno, ayuda a aliviar estas molestas sensaciones. Actuando como agonistas débiles del estrógeno, contribuyen a estabilizar las fluctuaciones hormonales.
Prevención de osteoporosis
Como se ha dicho anteriormente, a partir de los 50 años las mujeres experimentan un descenso de los niveles de estrógeno, y esto también puede provocar osteoporosis, es decir, una disminución de la densidad ósea. La avena protege los huesos por su alto contenido de calcio, omega-3, ácido fólico y vitamina B.
Según la National Library of Medicine (NLM), los estudios demuestran que una ingesta adecuada de calcio (en presencia de un estado adecuado de vitamina D) reduce la pérdida ósea en mujeres peri y posmenopáusicas, así como las fracturas en mujeres posmenopáusicas mayores de 60 años. El objetivo de ingesta de calcio para la mayoría de las mujeres posmenopáusicas es de 1.200 mg/día.
Este alimento contiene además zinc y magnesio, todos ellos elementos esenciales para mantener una buena calidad de los huesos. Por otro lado, la vitamina B y el magnesio ayudan a la estabilización del estado de ánimo y la reducción de la ansiedad y la depresión.
En definitiva, la avena aporta múltiples beneficios para la salud de las mujeres de 50 años que están pasando el proceso de la menopausia. La incorporación de la avena al desayuno resulta un remedio natural eficaz, fácil de conseguir, y aún más fácil de combinar en tu dieta.
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