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En busca de una solución a la crisis de la amnistía, que el PSOE y Junts deben encontrar en las próximas semanas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, apuntó esta mañana, en una entrevista en La Sexta, a un cambio para acortar los plazos en las instrucciones judiciales. Es un "elemento de mejora", destacó, "que podemos incorporar para subsanar algunas de las dudas" del independentismo. Una posible reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim), "se incardina perfectamente" en el texto sobre la eficiencia de la Justicia, aprobado recientemente.
El partido de Carles Puigdemont tumbó el pasado martes la ley en el Congreso porque el Ejecutivo no aceptó incluir en el perdón general todos los delitos de terrorismo y los de alta traición para salvar al expresident de las últimas investigaciones judiciales que le han salpicado. Aunque Sánchez no dio más detalles, sí ratificó que los propios fiscales "han puesto en cuestión" la duración de las investigaciones, cuando se le interrogó sobre modificar la Lecrim.
Esta reflexión se relaciona directamente con el hecho de que haya sido justo ahora, cinco años después de las protestas por la sentencia del procés, cuando el magistrado de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, ha acusado a Puigdemont de ser el impulsor de Tsunami y sostener que pudo incurrir en un delito de terrorismo.
Sánchez y Junts se cortejan en público para reconducir la crisis de la amnistía
Marisol Hernández
En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo defendió que su intención no es reformular el artículo de la amnistía que hace referencia al terrorismo o lo relativo a traición y seguridad nacional —por los contactos del entorno de Puigdemont con Rusia en el llamado caso Voloh—. "Eso no se va a tocar", aseguró. "Es un momento de templanza y de firmeza" porque, recordó a Junts, ya se alcanzó un acuerdo —en referencia al texto de la ley que permitió su investidura—, que es "plenamente constitucional y alineado con la legislación europea". Sánchez sugirió que de haber querido aceptar esos ajustes, el PSOE ya lo habría hecho y la norma hubiera quedado aprobada, lista para enviarse al Senado.
Pero, al no lograr los votos suficientes —es una ley orgánica y necesita obtener una mayoría absoluta, 176 síes—, vuelve a la comisión de Justicia para que se redacte un nuevo dictamen. No era lo previsto por el Gobierno y esto obliga a una nueva negociación con Junts. Pese al clima de cabreo entre los socialistas y los de Puigdemont, Sánchez se mostró "convencido" de que la amnistía " va a salir". "Hemos hecho un esfuerzo y hemos llegado a una ley valiente y reparadora", sostuvo.
Su opinión es que la redacción actual ya cubre todos los supuestos que incumben al movimiento independentista porque no cree que haya existido terrorismo en el procés. "Vamos a negociar en los próximos días", resaltó, pero con la única vía abierta, según sus propias manifestaciones, de operar sobre la duración de la instrucción judicial.
El presidente ha hecho gestos claros en los últimos días para promover una reconciliación con Junts, con sus declaraciones sobre que "no son terroristas", pero este lunes subrayó que la alternativa es un "155 permanente, la ilegalización de partidos o volver a la guerra sucia", en alusión velada a que la única salida de Junts es el PSOE. "La sociedad catalana está pidiendo, por favor, que superemos todas las consecuencias judiciales y propiciemos el reencuentro", añadió.
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