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La delincuencia de Barcelona parece haberse adentrado en un nuevo escenario. Un desconocido entró este martes por la noche con una pistola en el 99 Sushi Bar del exclusivo barrio de Sarrià-Sant Gervasi y encañonó a un cliente para quitarle el Rolex que llevaba en la muñeca. La escena provocó el pánico entre los comensales que a esa hora llenaban el local, según han explicado a El Confidencial testigos presenciales.
El Rolex sustraído está valorado en unos 14.000 euros, según recoge la denuncia presentada por su dueño ante los Mossos d'Esquadra este mismo miércoles a primera hora y a la que ha tenido acceso este diario. Los hechos ocurrieron en torno a las 21:00 horas, cuando de pronto irrumpió en el 99 Sushi Bar "un chico joven de unos 25 a 30 años vestido con una chaqueta tipo plumón, delgado, de color oscuro, pantalón oscuro, piel morena, barba de pocos días y cabello negro, ojos oscuros".
Al verlo, el maitre del restaurante se dirigió a él y le preguntó a dónde se dirigía. En ese momento, el joven sacó una pistola y se encaminó directamente hacia la víctima, que en ese momento estaba cenando con su pareja. De pronto, el ladrón sacó un arma del bolsillo derecho de su abrigo, apuntó al dueño del reloj y la recargó en su cara. Después, puso su mano izquierda encima del Rolex y exigió "el reloj".
La situación atemorizó al cliente, que "temió por su vida y por la de su pareja", así como "por la integridad de todas las personas" que abarrotaban en ese momento el restaurante. La mayoría se tiró al suelo y empezó a gritar, explican los testigos. "[La víctima] le dijo [al ladrón] que se lo quitaba de su muñeca y se lo dio". Acto seguido, el desconocido salió del 99 Sushi Bar y se fue caminando hacia al exterior. En la calle le esperaba una moto pilotada por otro individuo. En cuestión de segundos, ambos abandonaron la zona.
Es la primera vez que trasciende un episodio de esta gravedad en la Ciudad Condal, acostumbrada desde hace años al robo de relojes en plena calle, sobre todo, mediante el método del tirón. La mayoría de las víctimas eran hasta ahora turistas y clientes de hoteles de lujo. Pero los ladrones están comenzando a moverse por los barrios de la zona alta de la ciudad.
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