En el día del amor, Letizia rindió homenaje a sus dos pasiones: sus hijas y la moda, llevando un 'total look' negro con mucho significado.
Ayer se celebró San Valentín y aunque se trata de uno de los días más románticos del año, los reyes de España tuvieron que posponer su celebración para desplazarse hasta Barcelona e inaugurar la segunda torre de la Compañía Puig, una empresa que tiene una gran relación —aunque indirecta— con Letizia, ya que es dueña de marcas como Carolina Herrera, Paco Rabanne, Jean Paul Gaultier, Nina Ricci o Charlotte Tilbury.
La reina siempre ha sido una fan incondicional de los diseños de la firma venezolana y es que no es raro verla con abrigos, bolsos y zapatos de la marca que usa a diario. Entre el abrigo joya que la conecta con Kate Middleton, la falda midi de punto con flores bordadas, el impresionante traje blanco o el arriesgado vestido con transparencias que tuvo que modificar, su armario se ha convertido en toda una colección cápsula de los mejores diseños de CH.
Por otro lado, Letizia se ha convertido en todo un referente en cuanto a estilo y elegancia, valores que encarna Carolina Herrera con sus diseños sofisticados y femeninos que, todo sea dicho, valen para prácticamente cualquier ocasión, por lo que no es de extrañar que desde que incorporó esta firma por primera vez a su vestidor en la cena de gala celebrada en honor a la expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, el 30 de octubre de 2014, no haya parado de repetir con ella.
El look de la reina que evoca a Leonor
Por este motivo, era evidente que para una ocasión como esta, Letizia apostase por uno de los bolsos históricos de la diseñadora venezolana: una bandolera de piel en color negro y correa dorada que ella usó como cartera de mano, aunque los homenajes no acabaron allí. Sí, homenajes en plural.
Para la ocasión, Letizia ha estrenado un traje de Dries Van Noten, la firma belga que Puig, la empresa catalana, adquirió en el 2018. El conjunto está formado por una blazer negra confeccionada en un tejido negro bordado con flores, de cuello subido, bolsillos delateros y entallada a la cintura. Los pantalones, a juego con la chaqueta, eran rectos y con el largo perfecto, a la altura de los tobillos.
Como avanzábamos antes, ayer fue el día de San Valentín y la reina nos recordó que el amor no es solo romántico, acordándose a su hija, la princesa Leonor, con el diseño de inspiración militar del traje, sobre todo en la 'blazer' y los salones de tacón sensato y destalonados de CH Carolina Herrera que la heredera lució en concierto previo a los Premios Princesa de Asturias del año pasado.
Letizia dio por finalizado su estilismo con unos pendientes con forma de flores de jazmín y bañados en oro de Wess Gordon, adornados con un cristal en el centro que todavía se pueden comprar en la web de la marca por 245 euros, pero no aseguramos que vayan a estar mucho tiempo disponibles por el 'efecto Letizia'.
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