En 1922, el Premio Nobel de la Paz noruego Fridtjof Nansen ideó una cédula de viaje internacional que permitió a los refugiados de los múltiples conflictos bélicos que habían asolado el primer cuarto del siglo XX moverse libremente por los países para mejorar sus condiciones de vida. Este salvoconducto fue bautizado como el Pasaporte Nansen por la Sociedad de Naciones y ese fue el nombre con el que el cosaco ruso Ivan Sobolev publicó sus memorias tras vagar durante años por el mundo conduciendo su motocicleta, tras exiliarse de Rusia al perder la guerra civil combatiendo con los contrarrevolucionarios.
Del total de las 41 obras que componen el archivo de la editorial valenciana Barlin, Alberto Haller (Valencia, 1989), fundador de la empresa, califica Pasaporte Nansen: la vuelta al mundo en motocicleta como “la joya oculta del catálogo, un libro excepcional que se vendió lo justo, sale con cuentagotas y al que tengo un enorme cariño”, aunque también recomienda a la autora noruega Anne Sverdrup-Thygeson, “es una superventas en su país y en Alemania, el Grupo Planeta desistió de sus derechos tras publicar sus primeras obras, y hace un año me hice con El tejido de la naturaleza'”.
Barlin Libros es la extensión lógica del anterior proyecto de Haller, la librería Berlín, en el barrio de Mestalla. Allí pasó un trienio, tomando un primer contacto con el mundo del libro a sus 24 años. “Desde la posición del librero tomé conciencia de lo que significaba la figura del editor, y se fue gestando en mi cabeza que aquello era lo que quería hacer, así que traspasé la librería y me fui a Madrid a trabajar en una editorial y a estudiar un máster de edición”, recuerda Alberto, “al volver a Valencia planifiqué la creación de Barlin, hasta que en marzo de 2017 publiqué el primer libro”.
Desde entonces, por su catálogo han desfilado historiadores como Mark Mazower, Justo Serna, Anaclet Pons, Yael Tamir o Timothy Garton-Ash, ilustradoras como Marta Torres, Elisa Ancori y la Premio Nacional de Cómic Ana Penyas, además de ilustres sociólogos, periodistas, músicos y politólogos. “Por mi formación como historiador y en Ciencias Políticas tuve claro que Barlin sería una editorial de ensayo. Es lo que conozco y puedo valorar. En proyectos tan personalistas como son las editoriales independientes tú eres el prescriptor, y son los ensayos de corte histórico y sociológico con los que sí me siento con la capacidad de decidir qué quiero publicar o qué puede funcionar para el lector”, expone Haller.
Hacerse con los derechos para traducir al castellano La Europa Negra del contemporaneista británico Mark Mazower supuso el impulso definitivo para Barlin Libros. “Es el longseller de la editorial. Vamos por la cuarta edición”, incide el editor, “fue como ir al casino y ganar en la primera apuesta, en este caso era el segundo libro publicado, en 2017, y las ventas me permitieron seguir aprendiendo y consolidarme”.
En 2022, apareció Ruta Gráfica: el diseño del sonido de València, el golpe en la mesa para lograr prestigio, además de ventas, y el comisariado en la exposición homónima en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM). “La editorial se orientó desde el primer momento hacia la distribución nacional. El modelo de libro para Barlin es el de pensamiento crítico que plantea cuestiones globales. Ser local no es un problema, ser localista sí. Por eso publiqué En éxtasis: el bakalao como contracultura en España de Joan M. Oleaque, y Ruta Gráfica: el diseño del sonido de València de Moy Santana y Antonio J. Albertos. En la Valencia en los años 80 sucedió algo que también pasaba en Manchester y en Berlín”, explica el librero, “el nacimiento de la cultura de clubes que después se expandió y se consolidó en otros puntos del país, la Ruta ocurrió en Valencia pero fue un fenómeno nacional y europeo”.
Levantar una editorial desde la nada y conseguir el reconocimiento de la crítica, de los lectores y diversas distinciones de la Generalitat Valenciana es parte del bagaje de estos ocho años de trabajo. En 2018, con Electroshock”, de Laurent Garnier y David Brun-Lambert, obtuvo el Premio al Libro Mejor Editado en la Comunitat Valenciana, un año más tarde No turista de Marta Torres consiguió el Premio al Libro Mejor Ilustrado, y en 2022 repetiría galardón a la mejor edición con Ruta Gráfica. “Apostar por la calidad, que sí es un criterio objetivo, ha asentado la marca más allá del territorio valenciano y nacional, ahora exportamos al mercado latinoamericano. Los premios no vienen mal a nivel de visibilidad y prestigio, pero sería aún mejor si estuvieran dotados económicamente”.
Desde hace dos años, Haller recoge los frutos de un trayecto constante, enfocado al largo plazo, y en el que durante los inicios tuvo que compaginar con otros trabajos para salir adelante. “Puede parecer un cliché, pero desde mi perspectiva estoy trabajando todo el día, la idea puede surgir en cualquier lugar y hay que actualizarse diariamente con presentaciones, eventos literarios, suscripciones de prensa... Ser director editorial desdibuja la línea entre el ocio y el trabajo”, concluye el editor.
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