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El expediente a tres agentes de la Policía Local de Málaga investigados por la difusión del video de un ciudadano defecando se ha cerrado con una suspensión de 15 días para cada uno de ellos. El protagonista fue grabado en esa situación comprometida tras sentirse indispuesto durante un control de tráfico y pedir permiso a los policías para apartarse y hacer sus necesidades. Las imágenes, supuestamente, se compartieron en un grupo de WhatsApp formado por miembros de este cuerpo y, por circunstancias que se intentan aclarar, llegaron hasta el lugar de trabajo de la víctima.
Fuentes municipales confirmaron que el expediente que se abrió tras tener conocimiento de los hechos denunciados ha concluido en contra de los tres investigados, que han sido suspendidos de sus funciones durante 15 días por la presunta comisión de una falta grave.
La normativa aplicada —la Ley Orgánica 4/2010— establece para esta categoría una horquilla de cinco a 90 días de sanción, pero en este caso se ha tenido en cuenta el historial y la trayectoria profesional de los policías locales, así como el hecho de que no son reincidentes. Además, se ha considerado que no hay circunstancias agravantes.
Dos de ellos están ya cumpliendo la medida disciplinaria, mientras que el tercero, que en estos momentos se encuentra de baja, lo hará cuando se reincorpore.
Las citadas fuentes precisaron que, aunque al parecer uno de los agentes portaba una body cam, finalmente se ha determinado que la grabación se realizó con un teléfono móvil. Las pesquisas internas, que instruye un intendente del cuerpo, se iniciaron tras la denuncia que se interpuso después de la difusión de una grabación que supuestamente se realizó durante una intervención policial con un ciudadano.
El protagonista indeseado era el conductor de un vehículo que fue detenido por una patrulla de la Policía Local cuando circulaba por la capital malagueña. Los agentes comenzaron a realizar diversas comprobaciones, cuando el hombre comenzó a sentirse indispuesto.
Las imágenes supuestamente se compartieron con un fin jocoso en un grupo de WhatsApp compuesto por agentes
Las distintas fuentes explicaron que sufrió una descomposición intestinal y necesitaba hacer de vientre sin demora o acabaría defecándose encima. Como no había ningún baño público o un establecimiento próximo con servicio, explicó la situación a los agentes, que finalmente aceptaron que se fuese a evacuar a una zona próxima, pero protegida de la vista.
La intervención policial finalizó y el ciudadano prosiguió su camino. Pero lo que en un principio fue una situación embarazosa, dio lugar a una investigación y a la apertura de un expediente disciplinario que afecta por ahora a tres agentes. ¿El motivo? La difusión de un video del momento en el que el conductor hacía sus necesidades.
Las imágenes supuestamente se compartieron con un fin jocoso en un grupo de WhatsApp compuesto por agentes; ya que su protagonista no tiene un especial interés policial, y menos en las circunstancias en las que fue grabado.
Uno de los miembros de ese grupo, según la hipótesis principal, habría enviado el video a alguien externo, por lo que perdieron el control del mismo. Un hecho que podría haber pasado desapercibido si este —al parecer— no hubiese llegado a personas de la empresa en la que trabaja la víctima. El hecho de que la grabación se hubiese difundido en el entorno laboral es otro de los aspectos en los que se indaga para saber si fue una acción intencionada.
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