La modelo española causa sensación sobre la pasarela francesa con dos looks de fuera de este mundo, en una colección que se inspira en la moda de Oriente Medio.
El romance entre Nieves Álvarez y la Alta Costura es cada vez más fuerte. Desde hace más de 10 años, la modelo española es la encargada de abrir y cerrar los desfiles de Stéphane Rolland, un diseñador francés que la ha convertido en su musa. "Ella es una musa y yo solo tengo una. Yo no la busqué, llegó a mí como una evidencia", declaró el creador para una entrevista en EFE.
Esta pasión de Roland hacia Álvarez va más allá de la amistad, y es que tal y como confiesa el francés, siempre piensa en la figura de la modelo a la hora de crear sus diseños. "La forma de sus pómulos, los huesos, todo es como una escultura de mármol. Me gusta imaginarme volúmenes alrededor de su cuerpo, pensando también en la manera en que camina, que es única en el mundo", revelaba en RTVE.
Estas palabras de admiración no se las lleva el viento, demostrándolo en cada una de sus colecciones. Un buen ejemplo de ello fue en su propuesta de Alta Costura para la primavera-verano 2021, donde se inspiró en las Meninas -todo un símbolo del arte español- para vestir a la presentadora de Flash Moda.
En esta Semana de la Alta Costura de París, Stéphane Rolland ha vuelto a confiar en Nieves Álvarez para protagonizar su nueva colección para la próxima temporada, en la que el diseñador se ha inspirado en las siluetas y prendas de Oriente Medio.
El primer look que aparecía en una pasarela que nos recordaba a las dunas del desierto, se trataba de una especie de abaya de cashmere en color marrón que lució la modelo española. Esta incluía una capucha y detalles bordados en cuero trenzado y cristales, mismo material que encontramos en los brazaletes y pendientes.
Esta tónica la continuaron las demás creaciones que el diseñador presentó durante el desfile, donde los colores neutros (a excepción del azul klein) fueron los protagonistas. Estos vestidos, en su mayoría con capuchas, estaban confeccionados con tejidos ligeros como el crêpe satinado, la seda, la organza y el chifón, que comparten espacio con el cashmere y la lana.
Las prendas suelen estar adornadas con cristales, detalles de silicona dorada como cristales a modo de mosaico, rafia, rastas de lana y cuero, como este look de Nieves en el que este material se convierte en el protagonista absoluto del look.
El diseño, al igual que el primero, incorporaba una capa de gazar de seda gris que se unía con la falda a través de varios pliegues. Sobre la cabeza, llevaba una cascada de cuero y cristales que se repetía en los brazaletes y la pieza del pecho, que le daba el toque atrevido al conjunto.
Aunque en esta ocasión la modelo española no cerró el desfile, nos dejó el look más impactante de la pasarela, demostrando que es y será una de las grandes musas de la Alta Costura parisina.
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