El precioso pueblo que llegó a ser la capital del Reino de Galicia: vino, un castillo y una judería histórica


         El precioso pueblo que llegó a ser la capital del Reino de Galicia: vino, un castillo y una judería histórica

Esta pintoresca villa se extiende a orillas del río Avia, repleto de atractivos turísticos, como iglesias barrocas, una fortaleza medieval y una rica gastronomía.

Naturaleza, historia y vino se dan la mano en el precioso pueblo de Ribadavia. Esta joya rural nos invita a perdernos en su judería, una de las más importantes de Galicia; visitar sus antiguos edificios, como la iglesia románica de Santiago o el Castillo de los Condes de Sarmiento, y hacer una pausa gastronómica para probar las delicias de la cocina gallega.

Así, esta localidad de la provincia de Ourense se presenta como un destino ideal para una escapada maridada con los vinos del Ribeiro.

Qué ver en Ribadavia

Los celtas fueron los primeros pobladores de Ribadavia, atraídos por sus suelos ricos en minerales y sus aguas termales, al igual que los romanos, quienes habitaron el lugar posteriormente. El apogeo de la población no llegó hasta la Edad Media, cuando se desarrolló su arquitectura, construyendo grandes monasterios y fortalezas. De hecho, entre los años 1065 y 1701, ostentó el título de capital del Reino de Galicia, concretamente durante el reinado del monarca García II.

Un recorrido por el pueblo para adentrarnos de lleno en esa esencia histórica y conocer todos sus encantos puede empezar por la Plaza Mayor, donde podemos ver el Palacio de los Condes, la Torre del Ayuntamiento y bonitos soportales del siglo XVI. Continuaremos por la antigua judería, una de las más importantes no solo de Galicia, sino de toda España, por su buen estado de conservación. De hecho, en la época medieval fueron los principales productores del vino del Ribeiro.

Otros puntos de interés en el pueblo

Sus serpenteantes calles empedradas nos conducen entre edificios barrocos e iglesias románicas como la de Santiago y la de San Juan, así como las pintorescas plazas de la Magdalena, San Juan y García Boente. Otras paradas imprescindibles son la Casa de la Inquisición, el convento gótico de Santo Domingo y el Puente de San Francisco, que se convierte en un fantástico mirador sobre el río Avia.

Y por supuesto, no podemos perdernos el Castillo de Ribadavia o de los Sarmiento, datado del siglo XV. Este se levantó sobre un promontorio a orillas del río Avia, pero en el siglo XVII fue abandonado, ya que los condes cambiaron su residencia al palacio de la Plaza Mayor.

Cómo llegar a Ribadavia

El trayecto desde la ciudad de Ourense hasta Ribadavia es de alrededor de media hora por la A-52.

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