El hotel se encuentra en la ciudad de Benavente y, además de por la gran historia que carga a sus espaldas, destaca por su piscina exterior y su restaurante de comida tradicional zamorana.
La pequeña ciudad de Benavente acoge un rico patrimonio arquitectónico e histórico, que se combina con los dos ríos y campos de cultivo que la rodean. Por esta localidad de la provincia de Zamora fueron pasando diferentes culturas que dejaron sus huellas, tal y como podemos ver en monumentos como el puente medieval sobre el Elsa, la Iglesia de Santa María del Azogue, el edificio del Ayuntamiento (siglo XIX) y el Palacio de los Condes de Patilla.
Otra joya que no podemos perdernos es el castillo, conocido como Torre de Caracol. A día de hoy, esta fortaleza acoge uno de los Paradores que de la red que se extiende por toda España.
El Castillo de Benavente
El Castillo de Benavente o de la Mota fue construido en el siglo XII, durante el reinado de Fernando II de León. En el año 1230, la fortaleza fue el escenario de la firma de la Concordia de Benavente, con el cual se hizo efectiva la unión de los reinos de León y Castilla, recayendo el reinado en el monarca Fernando III.
Años después, cuando la ciudad estuvo bajo el señorío de los Pimentel, el castillo sirvió como la residencia de estos condes, quienes llevaron a cabo varias reformas. Sin embargo, a principios del siglo XIX fue destruido por parte de las tropas francesas.
Jardines, piscina y un restaurante de cocina zamorana
A día de hoy, tras profundos trabajos de restauración, la fortaleza funciona como un Parador de Turismo. Concretamente, el hotel se encuentra en la Torre del Caracol, una de las pocas partes que se conservan del castillo. En su caso, esta fue construida en el siglo XVI, bajo una combinación del estilo renacentista y gótico.
En su fachada se pueden ver escudos de la casa de los Pimentel, mientras que en el interior, además de cómodas habitaciones, nos encontraremos con un artesonado mudéjar, tapices, lámparas forjadas... También destaca la piscina exterior y los Jardines de la Mota, que rodean el edificio y nos regalan unas preciosas vistas sobre los valles del Tera y del Órbigo.
Por otro lado, no podemos olvidar el restaurante del hotel, donde probar la auténtica gastronomía zamorana. La carta cuenta con platos tan deliciosos como el asadillo de pimientos benaventanos, el lechazo asado, el tocinillo de cielo, el bacalao a lo tío y el pulpo a la zamorana. Para terminar con un postre, nada mejor que el rebojo zamorano o los feos.
Cómo llegar al Parador de Benavente
El trayecto en coche desde la ciudad de Zamora hasta el Parador de Benavente es de alrededor 45 minutos por la A-66.
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