Este pequeño pueblo alcarrense puede considerarse la tierra de los Arazola, al ser la segunda localidad española donde más extendido está este apellido guipuzcoano.
En Castilla-La Mancha se encuentran algunos de los pueblos más bonitos de España, y también algunos de los más peculiares. Es el caso de Checa, donde sorprende que, entre sus 285 habitantes, haya al menos ocho apellidos procedentes del País Vasco, como Atasa, Oñate, Chavarría, Berasaluce, Araúz, Rustarazo, Herranza, pero sobre todo, Arrazola, el apellido que más prolifera en este rincón de la Alcarria.
Para descubrir el porqué tenemos que remontarnos hasta el siglo XVI, cuando este pueblo de Guadalajara era un municipio en pleno auge y con una importante industria. Esto hizo que muchas familias del norte emigraran hasta Checa en busca de una vida mejor.
Qué visitar en Checa
Además de esta particularidad, Checa cuenta con un patrimonio natural muy relevante, lo que convierte a este pueblo manchego en el destino perfecto para una escapada de fin de semana. Y en este entorno único, tan distinto a lo que habitualmente vemos en la ciudad, llama la atención los numerosos arroyos que atraviesan densos pinares formando espectaculares barrancos.
Además de bonitos paisajes, Checa cuenta también con un destacado patrimonio cultural. El Río Genitoris divide a la población de Checa en dos barrios, y está cruzado por cinco puentes de piedra, lo que le da un encanto muy especial. Los lugares arquitectónicos más relevantes los encontrarás en la Plaza de Don Lorenzo Arrazola, con el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVII, y la casa de los Pelegrines.
Yacimiento celtibérico de Checa
Uno de los lugares más interesantes es el cerro de Castil de Griegos, un castro celtibérico que estuvo habitado al menos durante cinco siglos (V-I a.C.) y que lo forman dos pequeños poblados fortificados. El espacio interior del castro, aún sin excavar, es de reducidas dimensiones (unos 600 metros cuadrados), y urbanísticamente contaría con una calle central, con unas doce casas, adosadas entre sí y a la muralla. El Castil de Griegos se encuentra a 1,5 kilómetros al sur de Checa, en lo alto de un cerro, y es una de las visitas que te recomendamos no perderte.
A muy poca distancia se encuentra la necrópolis de Puente de la Sierra, un cementerio de incineración que estuvo en uso desde el siglo VI al II a.C. y donde se han documentado un total de 264 tumbas.
Un paseo por los alrededores
A unos dos kilómetros de Checa se encuentra también uno de los puntos más curiosos del Alto Tajo: el área de Aguaspeña. En este lugar, donde nace el río Genitoris, encontrarás un paraje de enorme belleza, con estructuras naturales que dan lugar a una bonita cascada. Durante la visita a esta joya geológica podrás observar con tus propios ojos el proceso de formación de una roca. El área está acondicionada con pasarelas y barandillas de madera y es uno de los rincones más atractivos de la zona.
Cómo llegar a Checa
Se encuentra a 189 kilómetros de Guadalajara. Desde esta ciudad se llega por la A-2, después hay que coger la N-211, a la altura de Alcolea del Pinar, con dirección Molina de Aragón. Luego, la CM-210 y a continuación, la CM-2111.
Apúntate a la newsletter y recibe en tu correo las mejores propuestas para viajar por el mundo.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}