Toda la verdad sobre las carillas de porcelana. ¿Son inofensivas para el diente?


         Toda la verdad sobre las carillas de porcelana. ¿Son inofensivas para el diente?

Cada vez abundan más esas sonrisas perfectas, blancas, con los dientes alineados y una estética depurada. Las carillas de porcelana 'ayudan' a ocultar los defectos naturales en pocas consultas, pero… ¿Son inocuas?

Las famosas carillas de porcelana, tratamiento estético que ya realizan prácticamente todas las clínicas de estética dental en España, son una estupenda solución para corregir los defectos naturales de la dentadura, fundamentalmente en cuanto a forma y color. Hace unos años, nos sorprendían las estrellas de Hollywood con esas sonrisas perfectas y ese blanco resplandeciente que lucían en los photocalls (en algunos casos, excesivo y antinatural).

Hoy en día, todos podemos tener acceso a este proceso estético de resultados tan favorecedores (aunque sigue siendo un 'capricho' costoso, sus precios se van ajustando poco a poco), aunque conviene que sepamos que es un tratamiento que necesita 'tallar' la superficie del diente para que las láminas de porcelana puedan adherirse correctamente. ¿O quizá no? Para saber cuál es la situación actual de este tratamiento estético tan demandado, que va perfeccionándose, 20minutos ha entrevistado a la doctora Irene Esteve, odontóloga y experta en estética dentofacial.

¿Qué son las carillas de porcelana?

Las carillas de porcelana son unas láminas muy finas (entre 0,2 y 1,2 milímetros) que se adhieren al diente para proporcionarle un aspecto blanco (hay varias tonalidades para elegir) y una forma perfecta.

El objetivo de este tratamiento estético es mejorar la apariencia de la boca, cubiendo posibles huecos naturales de la dentadura, pequeñas fracturas, desgaste… Pero como en todo proceso estético, que el resultado final sea armonioso y resulte natural, dependerá en gran parte de la experiencia y pericia del médico especialista que lo lleva a cabo.

Tallar o no tallar el diente para las carillas

Hasta ahora, para someterse a una remodelación completa de la sonrisa, podíamos optar por la solución de las carillas de porcelana (o de otros materiales disponibles en las clínicas de estética dental). La 'pega' siempre ha sido que, para conseguir unos dientes perfectos, en forma y color, era necesario 'perder' una pequeña capa de nuestro diente natural para que las láminas encajen y se adhieran correctamente.

Y es aquí donde la doctora Esteve nos cuenta sus avances. "Precisamente el tema del tallado es la cuestión más importante en todo el proceso. Hasta hace muy poco, las carillas necesitaban de una reducción del esmalte para poder ser aplicadas, ya que la estructura de cada carilla necesitaba al menos 0,6 milímetros para que pudieran ser resistentes y estables".

Sin embargo, "los avances en este campo, nuestra investigación y desarrollo de imagen e I+D, han conseguido que podamos realizar carillas que son de hasta 0, 1 mm de espesor. Esto se traduce en láminas extra finas y muy resistentes al mismo tiempo, que nos permiten conseguir la estética deseada".

¿Es posible el 'tallado cero'?

Según la doctora Esteve, claramente sí. "Es muy importante que cuando busquemos a un profesional, acudamos siempre a aquel que no vaya a tallar el diente. Y cuando digo 'no tallar' significa cero tallado. Hay mucha gente que dice 'vamos a pulir un poquito', pero cuando es un poquito ya hay una eliminación de tejido que no nos interesa en absoluto".

El proceso de tallado es irreversible, no se recupera esa parte eliminada del diente. Esta circunstancia, además, "puede darnos sensibilidad y causar problemas e incluso afectar a algunos nervios. En casos más extremos, podría llegar a darse el caso de que tengamos problemas de pérdidas en las piezas".

Y continúa la odontóloga: "Hay 'profesionales' que incluso hacen tallados tan agresivos que acaban por dañar el soporte del hueso y la encía. Esto sucede, sobre todo, por el mal ajuste de este tipo de prótesis, que al ser más gruesas se ajustan mal. Hay que contrastar antes muy bien en manos de qué profesional dejamos nuestra boca".

Lo primero, una boca sana. Después, las carillas

Antes de ponerse las carillas, la especialista insiste en que lo más importante es que el paciente esté sano. "Desgraciadamente, cada día veo más pacientes que vienen aquí a la clínica con tratamientos de carillas en unas bocas que están en muy malas condiciones y que nunca deberían haber sido aplicadas. Primero hay que tratar la salud de los pacientes, para poder hacerles sonreír después de una forma estética y sin riesgos", comenta.

"Las carillas sin tallado que nosotros ponemos sólo van en la parte externa del diente. La capa interna queda absolutamente libre y, al hacer radiografías, podemos

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto