Sequía vs. pistas de hielo: agria Navidad en Cataluña por el despilfarro de agua

Sequía vs. pistas de hielo: agria Navidad en Cataluña por el despilfarro de agua

La Navidad es un momento especial, de reunión, de celebración y de excesos justificados. El árbol más alto, el mayor número de luces, los cañones de nieve en el Pirineo y, cómo no, las pistas de hielo. Sin embargo, esta idea choca con las altas temperaturas y la falta de lluvias que vive Cataluña desde hace tres años. Este mes, la Agencia Catalana del Agua (ACA), dependiente de la Generalitat, ha anunciado las primeras multas a municipios por exceso en el consumo del agua, lo que ha abierto una agria polémica entre las poblaciones que han sido sancionadas y los que han optado estas fiestas por mantener las tradicionales pistas de hielo.

Pese a que cada día hay menos agua en Cataluña, las pistas de hielo navideñas no han desaparecido. Sin ir más lejos, Barcelona tendrá cuatro, aunque tres de ellas son sintéticas, una alternativa más económica y sostenible.

El caso más extremo y polémico es el de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), que se encuentra dentro del grupo de 202 municipios catalanes en preemergencia por sequía, lo que significa que, en poco menos de un mes, si las lluvias no cambian la situación, pasará a declarar la emergencia hídrica. Es en ese momento cuando los cortes de suministro pueden materializarse en los hogares y afectar al consumo doméstico.

EFE

En la actual situación de preemergencia, la dotación de agua por habitante y día es de 210 litros. Además, no se pueden llenar las piscinas privadas, limpiar las calles o alcantarillas ni destinar agua a usos ornamentales como las fuentes. Aun así, el Ayuntamiento de Sant Feliu ha instalado una pista de 360 metros cuadrados que utilizará 25.000 litros de agua y un consumo energético de 54.720 kWh. Algunos vecinos denuncian que han podido ver las primeras fugas de agua que suponen, según dicen, “un despilfarro aún mayor”.

La pista de hielo ha despertado muchas críticas entre la oposición política. El grupo municipal de En Comú Podem ha interpuesto una denuncia a la Agencia Catalana del Agua por una "decisión irracional" que supone "una acción seria de falta de responsabilidad social y ambiental". Y las juventudes de Esquerra Republicana del Baix Llobregat se han manifestado en la instalación bajo el lema "Patinaje sobre sequía. PSC Culpables" para protestar por la falta de empatía con la situación y la "negligencia hacia sus responsabilidades medioambientales y un insulto en la lucha contra el cambio climático".

Marcha atrás en Girona

Girona es la otra gran capital catalana que iba a instalar una gran pista de hielo, en concreto de 900 metros cuadrados. Para reducir el consumo de agua, el ayuntamiento planeaba reducir el grueso del hielo y, de esta forma, ahorrarse hasta un 40% de los litros necesarios. Sin embargo, la cifra final de consumo ascendía a 48.000 litros y, finalmente, el Gobierno local ha decidido suprimir la pista.

El ejemplo de Girona no ha cundido en Tarragona, que por el momento solo se encuentra en fase de alerta por la sequía gracias al minitrasvase del río Ebro que suministra a la ciudad. El ayuntamiento, pese a las críticas del Gobierno catalán hacia este tipo de instalaciones, ha seguido adelante con sus planes. La pista de hielo de Tarragona cuenta con 450 metros cuadrados de hielo sobre el que deslizarse. Por norma general, el consumo de agua necesario para una pista de hielo equivale a unos 70 litros por metro cuadrado, lo que en Tarragona supondría un gasto de 31.500 litros de agua.

Los primeros sancionados

Frente a las pistas de hielo, están los pueblos sancionados por el ACA. El conseller de Acción Climática, David Mascort, ha anunciado que actualmente hay 30 expedientes abiertos a municipios catalanes, aunque las primeras multas ya se han hecho oficiales.

El 'conseller' de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort. (EFE/Alejandro García)El 'conseller' de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort. (EFE/Alejandro García) El 'conseller' de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort. (EFE/Alejandro García)

Los primeros sancionados por el ACA por superar el consumo establecido por habitante fueron dos pueblos de Girona, Begur y Palau-Saverdera, con multas de 54.000 y 18.777 euros respectivamente. Ahora se le suma Caldes de Malavella, con una sanción de 24.181 euros. Un pueblo de 8.200 habitantes que tiene en su término municipal cuatro embotelladoras de agua (una de ellas la de Vichy Catalán), tres balnearios de aguas termales, varios hoteles y un campo de golf que, en mayor o menor medida, suman al consumo. Según el ACA, en el mes de septiembre, Caldes de Malavella consumió cerca de 300 litros por habitante y día cuando, al estar en situación de excepcionalidad por sequía, el límite se encontraba en 230.

El alcalde del municipio ha manifestado sus quejas a la ACA y ha defendido que parte del incumplimiento se debe a las fugas de agua que tienen las cañerías (el término municipal cuenta con más de 100 kilómetros de tuberías) y, de igual manera que la alcaldesa de Begur, ha anunciado que recurrirá esta sanción económica. Ninguno de estos pueblos había instalado una pista de hielo.

El turismo, en la cuerda floja

Si este invierno ya se están dando casos de sobreconsumo en pueblos turísticos, ¿qué pasará en verano? El sector poco a poco se ha de ir reinventando para salir adelante con las restricciones impuestas por la Generalitat. Uno de los municipios turísticos por excelencia en Cataluña es Lloret de Mar (Girona), que recibe más de un millón de turistas al año, un 70% extranjeros, y principalmente en verano.

Ante esta cifra, el ayuntamiento busca alternativas para afrontar las restricciones de la ACA y librarse de una multa como la de sus vecinos gironeses. Esta idea pasa por conectar a los hoteles de la población, que tiene alrededor de 20.000 plazas hoteleras, a la red de agua regenerada. De esta manera, pretenden reducir el consumo en un 40%.

Otra de las medidas que quiere instaurar Lloret es la reducción del gasto de agua de los parques acuáticos. El pasado verano, los parques acuáticos ya invirtieron en nuevas maneras de gestionarse para poder reducir el consumo del agua y, de esta manera, seguir con su actividad. En el término municipal se encuentra el Waterworld, un espacio recreativo de más de 140.000 metros cuadrados que cuenta con 20 grandes atracciones. En 2022, el consumo total de esta instalación fue de 55.000 metros cúbicos, 20.000 menos que en 2019. Para conseguir esta reducción, las atracciones ya cuentan con un circuito cerrado, de forma que más de un 90% del agua sigue siendo la misma toda la temporada.



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