Pedro Sánchez llamará a Alberto Núñez Feijóo para abordar el desbloqueo del Consejo General del Poder Judicial, que ya acumula cinco años caducado por la falta de acuerdo entre los dos grandes partidos. El presidente del Gobierno ha insistido en esta voluntad, aunque sin dar más detalles, en una entrevista en la Cadena Ser en la que ha acusado al PP de ejercer lawfare, es decir, la "politización de la Justicia" que contempla el pacto firmado entre PSOE y Junts per Catalunya para su investidura en el caso catalán.
El jefe del Ejecutivo no ha detallado cuándo se producirá esa llamada ni ha detallado qué propuesta hará llegar al líder del PP, aunque los socialistas ya han dejado claro que su solución no pasa por rebajar las mayorías para renovar el CGPJ previstas. "No hay caso más paradigmático de lawfare", ha dicho Sánchez, que ha admitido por segunda vez la existencia de esta práctica en España, aunque vinculada a este bloqueo y, la pasada semana, a la operación Kitchen, que no afecta a las instituciones judiciales sino a la Policía.
"El PP tiene un sentimiento patrimonialista del poder y la justicia", ha defendido Sánchez en los micrófonos de la Ser, donde ha hablado de "secuestro" del Poder Judicial. La tesis del secretario general del PSOE es que la situación del CGPJ responde a la "frustración" y la "no asunción del resultado electoral" por parte de Génova. Y lo ha explicado recordando que el bloqueo coincide con su llegada a la Moncloa. Sobre las soluciones, se ha limitado a preguntarse qué pasaría si el PP siguiera sin gobernar después de unas hipotéticas elecciones en 2027. Es esa la postura pública que defienden los socialistas, que consiste en dejar toda la presión sobre los populares en unas conversaciones en las que también tendrá protagonismo Félix Bolaños.
El jefe del Ejecutivo se ha defendido de las acusaciones del PP que lo han llegado a calificar como "el [Viktor] Orbán del sur", en referencia al líder húngaro señalado por Bruselas por sus prácticas autoritarias. Esta crítica, lanzada por el dirigente popular Esteban González Pons, no ha llegado a la capital comunitaria, ha asegurado Sánchez. Allí, asegura, las preocupaciones que le trasladan los dirigentes no tienen que ver con la amnistía. "Me felicitan por armar una mayoría parlamentaria que parecía compleja", ha asegurado en respuesta al desmentido que sufrió la pasada semana su ministro de Presidencia cuando dijo que había "cero preocupación" en Bruselas por el perdón general a los implicados en el procés.
Sobre la amnistía, Sánchez ha mantenido su discurso habitual. Ha recuperado la idea de "hacer la necesidad virtud" y ha vaticinado que acabará siendo aceptada, como los indultos. "Son pasos que íbamos a tener que dar antes o después", ha dicho sobre los indultos y la amnistía, pero ha insistido en que es necesario "poner el contador a cero". Sí ha eludido pronunciarse hasta en dos ocasiones por la idoneidad de que Carles Puigdemont no vaya a pasar por la justicia después de abanderar la intentona secesionista. "Espero que entre todos podamos superar los hechos de 2017" ha respondido tras la segunda cuestión al respecto.
El CGPJ cumple cinco años en funciones con la renovación más lejos que nunca
Beatriz Parera
Sánchez ha desvelado además que habrá un segundo verificador además del diplomático Francisco Galindo, que estuvo el pasado sábado en Ginebra en la reunión entre Carles Puigdemont y el número tres del PSOE. El otro mediador visará las conversaciones que el PSOE tenga con ERC, aunque el líder socialista ha admitido que su voluntad es que las dos mesas acaben unificándose, ya que abordan el mismo problema: el conflicto catalán desde el punto de vista del encaje territorial y las reclamaciones de los independentistas en materia de autogobierno.
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