Los trabajos muy exigentes físicamente se han asociado a veces a mayor riesgo de padecer las mismas enfermedades que el ejercicio previene. Te explicamos cómo funciona esta paradoja.
Algunas de las enfermedades más comunes en España, como las de tipo cardiovascular, pueden ser prevenidas en gran medida mediante cambios en el estilo de vida que incluyen la realización frecuente de ejercicio físico. Incluso, disponemos de evidencias científicas que indican que esta sana costumbre puede reducir nuestro riesgo frente a los peores pronósticos del cáncer.
Con todo, las investigaciones al respecto se han centrado principalmente en una demografía que, en gran medida, se ve obligada a pasar muchas horas al día inactiva por su ocupación. Para muchos otros, no obstante, la actividad física es un requerimiento de su trabajo, y algunas investigaciones han comenzado a sugerir que estas personas no sólo no obtienen los beneficios de la actividad física en el tiempo de ocio sino que incluso tienen más riesgo de padecer las enfermedades que se supone que la actividad física previene.
Efectos negativos de la actividad física en el trabajo
Por ejemplo, un estudio recientemente publicado en el medio especializado The Lancet Regional Health - Europe utilizó datos de 7.000 adultos que desempeñaban oficios con grados variables de requerimientos en lo referido a la actividad física, y encontraron que los que trabajaban en profesiones con una mayor exigencia física tenían un mayor riesgo de padecer deterioro cognitivo más adelante en sus vidas.
De manera similar, el Estudio Masculino de Copenhague, un trabajo longitudinal publicado en 2020, concluyó que la actividad física ocupacional elevada, en contraste con la de ocio realizada de manera frecuente, se asociaba con un riesgo de desarrollar demencia hasta un 55% mayor.
Y, en la misma línea, un artículo publicado en la revista especializada Occupational & Environmental Medicine llevada a cabo sobre datos recogidos en los Estados Unidos relacionó aquellas profesiones con actividad física constante con una mayor probabilidad de sufrir enfermedad cardiovascular que aquellas en las que nunca se daba esta actividad.
El misterio de la paradoja
Esta clase de evidencias son las que han llevado a algunos autores a hablar de una 'paradoja de la actividad física, como recoge un editorial publicado por Pier Luigi Temporelli, director médico especializado en cardiología del centro italiano IRCCs Veruno, en el medio científico European Heart Journal Supplements.
Precisamente, este investigador recuerda que esta paradoja se mantiene "incluso tras ajustar otros factores de confusión, como el estatus socioeconómico, la actividad física recreacional o el estilo de vida". Y, pese a que explica que las razones detrás de ella no están claras, propone algunas hipótesis que podrían ayudar a explicarla.
Por un lado, subraya que mientras la actividad física de ocio "tiende a ser aeróbica y más apropiada para mejorar la forma física y la salud cardiovascular", la que se realiza en el trabajo suele consistir en "esfuerzos repetitivos de resistencia de corta duración y, en consecuencia, eleva y no reduce la frecuencia cardíaca", lo que "constituye un factor de riesgo de enfermedad cardiovascular".
Una variable ligada al nivel socioeconómico
Por otro, recuerda que la actividad física como consecuencia de la profesión tiende a llevarse a cabo con períodos de recuperación más cortos, y a menudo sin un control adecuado de las condiciones de trabajo. Particularmente, destaca que "en torno al 50% de la fuerza de trabajo se desempeña en exteriores, sin una atención suficiente a las condiciones climáticas, la hidratación o los descansos de recuperación, resultando en un estrés calórico que no se produce durante las actividades físicas recreativas".
Finalmente, añade, "los turnos de noche y los factores ambientales como el ruido o la contaminación atmosférica también pueden tener un efecto, y la actividad laboral intensa aumenta los niveles de inflamación, que se mantienen altos sin tiempos de descanso adecuados".
Aunque, como hemos mencionado, es necesario llevar a cabo más investigación que alumbre los mecanismos detrás de la paradoja y la confirmen (especialmente teniendo en cuenta que los trabajos con mayor actividad física se asocian a niveles socioeconómicos más bajos, en los que converge una gran cantidad de factores de riesgo para muchas clases de enfermedades), este tipo de estudios constituyen un indicio importante de una inequidad sanitaria a la que estarían sujetos los trabaja... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}