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Todas las partes sabían que Podemos estaba dispuesto a pulsar el botón nuclear, pero nadie esperaba que lo hicieran tan rápido. El partido morado ha roto con Sumar para pasarse al grupo mixto en el Congreso de los Diputados. La formación de Ione Belarra ha anunciado esta decisión a las 17.00 de este martes, mientras el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, comparecía ante el pleno, justificándose en que así garantizará su capacidad de acción política. El grupo comandado por Yolanda Díaz pasa de contar con 31 diputados a apenas 26, en un Parlamento más que fragmentado, en el que cada voto es imprescindible.
El diputado Javier Sánchez Serna ha comunicado esta escisión minutos después de que su formación la filtrase a la web de Pablo Iglesias, que se sirvió de los mismos argumentos para justificar su posición. "Sumar ha intentado impedir por todos los medios que los diputados de Podemos hagamos política", acusó el parlamentario morado. Enumeró su exclusión del reparto de portavocías, criticó el "bloqueo" de iniciativas impulsados por los suyos, y hasta que les hayan "impedido" hablar ante el pleno, sea en las sesiones de investidura, sea en la jornada de este martes.
Quien tomó la palabra en nombre de su grupo fue Agustín Santos, ex embajador de España ante la ONU, para interpelar a Albares sobre la posición del Gobierno ante el conflicto entre Israel y Hamás. "Esta tarde ha faltado en el Congreso la voz que con más contundencia ha condenado el genocidio en la franja de Gaza", criticó el coportavoz de Podemos, cuyo partido había reclamado la palabra para Belarra. En las pasadas semanas, la web de Iglesias, Diario Red, deslizaba en un artículo la idea de que Belarra no estaría en el nuevo Ejecutivo por su contundencia ante el régimen de Benjamín Netanyahu.
La decisión ha cogido por sorpresa a destacadas figuras de la cúpula de Sumar, pese a que los morados aseguran haber comunicado previamente su decisión. Todas las partes tenían presente que este escenario podía darse, pero nadie apostaba por que Podemos jugara esta carta tan pronto. Esto es, cuando ni siquiera ha echado a rodar el Congreso -la primera ley, la de amnistía, no llegará a su primera votación en pleno hasta el próximo martes-.
En su breve comparecencia en el Escritorio del Palacio de la Carrera de San Jerónimo, Sánchez Serna ha desvinculado esta decisión, anunciada horas después de que el partido implosionara en Madrid, de la previsible aprobación de un reglamento interno que sancione los incumplimientos de la disciplina de grupo.
"Tiene que ver con que los diputados de Podemos no podemos hacer política en el grupo parlamentario de Sumar". Las reglas dentro de este grupo, según el diputado morado, "no son iguales" para todos: "A Podemos no se le ha permitido hacer política ni leyes". La decisión llega después de una reunión de la dirección del grupo Sumar este mismo lunes, en la que no hubo mención alguna a este escenario.
Sumar les acusa de "transfuguismo"
Por su parte, fuentes de la dirección de Sumar han considerado que Podemos se ha abonado al "transfugismo". La portavoz del grupo, Marta Lois, comparecía hora y media después del anuncio del divorcio político, para afirmar que no les habían avisado previamente, y para criticar la "deslealtad" de los morados "con más de tres millones de votantes". "Supone la ruptura e incumplimiento del acuerdo de coalición electoral, que era para los cuatro años", aseguró, aunque la portavoz rechazó tildarlos de tránsfugas.
Lois compareció en el mismo lugar que Sánchez Serna para cuestionar su actitud "victimista", y para lamentar "esta deriva". También para advertir de que "no se entiende" que los morados "quieran poner en peligro al Gobierno progresista". Todo, mientras Podemos y Sumar, ya oficialmente separados, exploran alianzas electorales en Galicia y Euskadi.
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