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Génova ha cargado duramente contra Sánchez por su predisposición a reunirse con Carles Puigdemont, como avanzó Junts hace unos días y ha confirmado el propio jefe del Ejecutivo este martes durante una conversación informal con periodistas en la Moncloa. Los populares creen que la decisión implica una "abdicación" y una "humillación" porque al expresidente de la Generalitat "ya no le vale" con que Sánchez envíe a segundos espadas al extranjero, sino que busca que se retrate él mismo.
El presidente del Gobierno no ha avanzado cuándo se producirá esa cita, pero sí se ha mostrado dispuesto a mantener reuniones tanto con Puigdemont como con Oriol Junqueras para "normalizar relaciones" con todos los actores políticos, en alusión a ERC y Junts. Sánchez sí ha puntualizado que prefiere esperar a que se apruebe la ley de amnistía antes de fijar un calendario, aunque Junts presiona para que la cita se produzca en el mes de enero.
El paso adelante que dio Sánchez este martes enturbia más, si cabe, la posibilidad de una fotografía entre Sánchez y Feijóo. "Ahora ya sabemos a qué se debe su interés al hablar de una reunión con Feijóo: para que el presidente del Gobierno pueda decir en un festejo navideño que se verá con Puigdemont y Junqueras del mismo modo que se verá con el líder del PP", censuran en Génova, que desde hace días recela de la intención de Sánchez de "blanquear" sus acuerdos con el independentismo a través de una fotografía con el jefe de la oposición. "Todo era un truco", añaden.
Los populares advierten además que, si la cita entre Sánchez y Puigdemont se produce antes de que se apruebe la ley de amnistía como exige Junts, el jefe del Ejecutivo se estaría viendo con un dirigente contra el que sigue habiendo "causas judiciales pendientes". "Que un presidente del Gobierno se reúna con un prófugo de la Justicia es muestra del deterioro institucional de nuestro país", insisten.
El PP acusa también a Sánchez de intentar "tapar" su posible calendario de citas con Carles Puigdemont con asuntos como el debate sobre la despenalización del enaltecimiento del terrorismo o las injurias a la Corona, que se tramitará este martes en el Congreso de los Diputados con el apoyo del PSOE. "Por primera vez en la historia democrática de nuestro país, el PSOE se va a situar en contra de la monarquía parlamentaria", denunció el portavoz de los populares en la Cámara Baja, Miguel Tellado, que acusó además a Sánchez de estar cada vez "más batasunizado". "Ya es imposible distinguir el discurso del PSOE del de Podemos o de los líderes independentistas", lamentó.
El malestar por la futura cita entre Sánchez y Puigdemont llegó también al Senado, donde este martes el Gobierno se sometía a una sesión de control. En este caso, ha sido el senador de Vox, Ángel Pelayo, quien ha interpelado al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, por la "sumisión" del Ejecutivo a "delincuentes" para que "el perdedor de las elecciones generales sea presidente".
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