Alberto Núñez Feijóo encabezará este domingo la tercera protesta contra la amnistía con el sello del Partido Popular con menores expectativas que en anteriores ocasiones. La formación ha vuelto a movilizar a los territorios para llenar la explanada frente al Templo de Debod, pero en la cúpula del PP dan por hecho que, salvo sorpresa, no lograrán las cifras de anteriores ediciones. Génova ha minimizado el alcance del acto y lo ha presentado no tanto como una manifestación, sino más bien como una especie de evento de partido "en defensa de la Constitución" como previa a la festividad del próximo 6 de diciembre. "Aguantar es complicado", inciden en la cúpula.
En las delegaciones territoriales comienza a notarse esa desmovilización. Las fuentes consultadas apuntan a que tanto en la convocatoria del pasado 24 de septiembre en Felipe II, como en la protesta civil del pasado 12 de noviembre en Cibeles, eran los militantes los que acudían a las sedes provinciales pidiendo autobuses para protestar en la capital. "Ahora somos nosotros los que tenemos que llamar", asegura un presidente popular. El partido intenta huir de la comparación con las últimas movilizaciones y llama a salir a la calle "sin miedo" para demostrar que el clamor contra el "hundimiento institucional" del Ejecutivo sigue vigente.
El acto contará con la presencia de la nueva plana mayor del PP y con varios barones autonómicos, entre ellos la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Pese a incidir en que se trata de un acto "político" de los populares, fuentes de Vox confirman que enviarán una delegación del partido. Los de Santiago Abascal prometieron hace meses que asistirían a todas las manifestaciones que se convocasen contra el Gobierno, fuesen propias o ajenas, y van a cumplir con esa palabra. Esta vez no acudirá el propio Abascal, pero sí el secretario general del Grupo Parlamentario, José María Figaredo, y otros diputados ultraconservadores.
La explanada del Templo de Debod se sitúa además a escasos 700 metros de Ferraz. En el PP insisten en que no participarán ni secundarán las protestas que, durante semanas, han asediado la sede de los socialistas y califican de "casualidad" la ubicación escogida. Con esta postura, Génova se distancia de Vox, que no solo ha participado en las protestas de Ferraz, sino que las han alentado durante semanas.
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Ana Belén Ramos
El partido de Abascal se conjura también contra la desmovilización y busca revertir el declive de las manifestaciones nocturnas. En los últimos días, solo un centenar de personas han seguido acercándose a la sede de los socialistas en Madrid, una cifra que dista de los miles de simpatizantes que, hace semanas, acudieron a las convocatorias clandestinas en Ferraz. Muchas de ellas terminaron en altercados violentos, enfrentamientos con la Policía Nacional o en cortes de grandes arterias de la ciudad. Para el próximo 6 de diciembre, la Fundación DENAES —adscrita a Vox— ha vuelto a llamar a la movilización frente a todas las sedes del PSOE a partir de las 13.00 h, con el objetivo de resucitar el clamor social.
¡Y allí estará VOX!Defendiendo la unidad de España cuando más está siendo atacada.Animamos a todos nuestros afiliados y votantes a acudir. ⬇⬇⬇ https://t.co/kFLXufNY8s
— VOX 🇪🇸 (@vox_es) December 1, 2023
Oposición de trincheras a Sánchez
Durante el Comité Ejecutivo Nacional del pasado jueves, Feijóo pidió a los suyos una oposición "proporcional" al Ejecutivo "más radical de la democracia", lo que ahonda en su intención de dar la batalla al nuevo Gobierno desde el primer día "por tierra, mar y aire". El líder popular convocó la protesta de este 3 de diciembre empujado por los buenos resultados de la anterior gran convocatoria en la Plaza de Cibeles, donde 170.000 personas, según Delegación del Gobierno —y cerca de un millón según los organizadores— vencieron a la desmovilización y clamaron contra la amnistía.
La legislatura ya ha echado formalmente a andar, pero en el PP creen que la sociedad aún no da por amortizada la indignación contra el Ejecutivo. Este mismo sábado tenía lugar en Ginebra la primera reunión entre PSOE y Junts y la ley de amnistía aún debe pasar por el trámite parlamentario y el proceso de enmiendas. Fuentes de la dirección apuntan a que el malestar social debe capitalizarse con "cabeza" y "eficacia" para evitar el efecto contrario. No creen que la de este domingo sea la última, pero, a diferencia de la estrategia de Vox, apuestan por dosificar las concentraciones para combatir el desánimo social.
Alberto Núñez Feijóo liderará una oposición de trincheras y apuesta por medir cada movimiento del Ejecutivo, desde las cesiones al independentismo hasta el "asalto" al Poder Judicial. El líder popular ignora que el Gobierno le acuse de estar instalado "en el insulto" y promete una "oposición firme y serena" que "no se rinde" y que no se deja "controlar". "Sánchez quiere de mí lo que el PSOE es para sus socios, una marioneta. La única mansedumbre que la España de hoy tiene es la del Gobierno con el independentismo", declaró a los suyos durante el Comité Ejecutivo Nacional del pasado jueves. "No nos van a tutelar, la alternativa que ejercerá el PP solo la marcarán los españoles", advirtió.
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