El "ghosting" es la desaparición abrupta de alguien importante en nuestras vidas, como un fantasma que se esfuma sin dejar rastro ni dar explicaciones. Esta práctica es muy común en diversas relaciones sociales y alcanza su máxima expresión en parejas, donde el lazo emocional es más intenso.
El término "ghosting" se utiliza comúnmente en el contexto de las relaciones interpersonales, especialmente en el ámbito de las citas y las amistades. Se refiere al acto de cortar abruptamente todo contacto con una persona sin previo aviso ni explicación. En otras palabras, una persona que practica el ghosting simplemente deja de responder mensajes, llamadas y cualquier otra forma de comunicación sin dar ninguna razón aparente.
El fenómeno del "ghosting" revela un patrón de personalidad evitativa, según explica en 20minutos María Magdalena Orosán, psicóloga sanitaria y sexóloga en Psicopartner y miembro de Top Doctors.
En lugar de afrontar situaciones incómodas con comunicación honesta, algunas personas eligen la ruta más rápida y aparentemente sencilla: desaparecer sin previo aviso. Este comportamiento, típicamente asociado a la inmadurez emocional, deja a la otra persona en una incertidumbre desgarradora, enfrentando dudas constantes, ansiedad y una autoestima tambaleante.
Consecuencias psicológicas
El "ghosting" deja secuelas psicológicas significativas en aquellos que lo experimentan. La falta de cierre emocional y la ausencia de explicaciones pueden generar dudas persistentes, autoatribución de culpa, ansiedad y desconfianza hacia los demás. La incertidumbre acerca de la razón detrás de la desaparición de alguien cercano puede ser especialmente difícil de manejar.
Consejos para recuperarse del "ghosting"
Tomar conciencia y aceptar la realidad: Reconocer que la persona amada ya no está presente es el primer paso. Aceptar que no podemos controlar las decisiones de los demás es crucial para avanzar.
Ordenar pensamientos y crear un relato: Ordenar las ideas y construir un relato personal sobre lo sucedido ayuda a incorporar la experiencia a la historia de vida, reduciendo progresivamente el dolor asociado.
Compartir con personas de confianza: Abrirse y hablar sobre la experiencia con amigos y familiares de confianza es esencial. La ventilación emocional facilita la expresión de emociones y proporciona apoyo afectivo.
No culparse ni castigarse: Es vital entender que no somos responsables de la decisión de la otra persona de desaparecer sin explicaciones. Cada individuo es responsable de sus acciones, no de las acciones de los demás.
Permitirse sentir y tolerar la incertidumbre: Experimentar emociones como el enojo y la tristeza es parte del proceso de duelo. Tolerar la incertidumbre implica comprender que, aunque desagradable, no siempre habrá respuestas claras.
Cuidado personal: Enfocarse en el autocuidado es fundamental. Practicar actividades que nutren y aportan bienestar, rodearse de personas de confianza y evitar replicar el comportamiento recibido son pasos importantes.
Buscar ayuda profesional si es necesario: Si las emociones persisten y afectan negativamente la calidad de vida, buscar la ayuda de un profesional de la salud mental puede ser beneficioso. Un terapeuta puede proporcionar herramientas para superar el impacto emocional del "ghosting".
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