En España comemos langostinos todo el año, no sólo en Navidad. Nos encantan. Si no son cocidos, lo habitual es hacerlos a la plancha. Pero deja la cocina... olorosa y llena de humo. Para evitarlo podemos cocinarlos en la freidora de aire.
Nos gusta el marisco todo el año y más durante las Navidades. Vamos, que es un clásico español de los banquetes navideños. Es verdad que por eso mismo su precio sube bastante estas fechas. Pero hay algunos mariscos más asequibles como es el caso de los langostinos.
Comemos tantos langostinos en este país que ya no es que se disfruten en Navidad, como les pasó a nuestros abuelos, sino que se comen todo el año. Hay muchas calidades, tamaños y en consecuencia precios. En el súper encontramos langostinos cocidos por debajo de 10 euros el kilo. Pero esta vez los queremos crudos.
Lo habitual en ese caso sería hacerlos a la plancha. Es una receta sencilla y sabrosa, y deja la cocina... olorosa y llena de humo. Por eso, para evitarlo podemos echar mano de los nuevos electrodomésticos. En eso de cocinar y no montar un cristo destaca la freidora de aire. Y aunque el resultado no siempre es tan intenso nos vale para preparar unos langostinos de manera fácil y rápida.
Qué ingredientes necesitamos
- Langostinos
- Limón
- Aceite de oliva
- Sal gorda
Opcional: ajo
Cómo cocinar langostinos en la freidora de aire
- Precalentamos la freidora de aire durante 5 minutos a 180ºC.
- A continuación, colocamos los langostinos intentando que quede aire entre ellos (no apelotonados).
- Exprimimos limón por encima y (si apetece) un poco de ajo laminado.
- Luego, sal gorda al gusto y un toque de aceite (en spray si puede ser).
- Marcamos una temperatura de 180ºC y 10 minutos de tiempo.
- A los 5 minutos, abrimos y damos la vuelta a los langostinos.
Y ya están, ricos y calentitos.
Propiedades de los langostinos
Este crustáceo aporta una gran cantidad de proteínas a nuestro organismo, además de vitaminas del tipo B y minerales como yodo, fósforo y selenio. Aunque presenta un contenido graso un poco más alto que lo normal, se trata de ácidos grasos omega-3, beneficiosos para el corazón y el cerebro.
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