
Es el último monarca absoluto de África, tiene 16 esposas, 36 hijos y repetidas denuncias de ejercer la tortura.
Suazilandia está en el África Austral o del Sur, entre Sudáfrica y Mozambique. Deberiamos decir Esuatini o reino de Esuatini, que en su idioma significa "tierra de los suazis". Es ya el nombre que recoge Naciones Unidas, porque lo de Suazilandia sólo fue la españolización del nombre inglés Swaziland. El país de los suazis es una monarquía y Mswati III su rey, un monarca con un gran ego, uno de tamaño natural.
El rey de Esuatini pasa estos días en España, donde asiste a la cumbre de la ONU en Sevilla. Reina desde 1986 y tiene 57 años, 16 esposas (en la capital hispalense le acompaña una de ellas, de solo 22 años) y 36 hijos. Son pocas y pocos si se comparan con lo de su padre, el rey Shobhuza, que se casó con 125 mujeres y tuvo 210 hijos.
Los lujos del rey frente a dos tercios de pobres
Esuatini y su rey cumplen con aquel feo tópico de los reinos africanos: leyes arbitrarias, autoridades caprichosas y pobreza. Porque su PIB per cápita fue en 2023 fue de 3.339 euros (casi el que tenía en 2013, diez años antes), con lo que está en la parte baja (no en la cola) de la lista que enumera la riqueza de las naciones del mundo.
De modo que, el 59% de la población de Esuatini vive bajo el umbral de pobreza. La crisis económica ha aumentado la desigualdad, la violencia de género está muy extendida y los derechos de las personas LGTBI se han visto gravemente menoscabados, según Amnistía Internacional. El país sufre la mayor prevalencia de sida en el mundo.
La población de Esuatini está conformada principalmente por la etnia suazi, que estableció su reino a mediados del siglo XVIII. Toman su nombre de Mswati II, un rey del siglo XIX cuyo mandato expandió y unificó el territorio suazi. Sus límites actuales se trazaron en 1881 durante el reparto de África. En 1903, pasó a ser un protectorado británico, tras la segunda guerra bóer, y lo fue hasta su independencia en 1968.
La de Mswati III es una monarquía absoluta, en terminos estrictos, la última de África. La constitución actual de Esuatini fue adoptada en 2005 y no prohíbe expresamente los partidos políticos. De hecho, hay elecciones, cada cinco años, y un parlamento bicameral, el que su padre disolvió. Pero al rey le da igual: hace y deshace a su antojo, gobernando por decreto.
Represión política, torturas y malos tratos
A pesar de que Esuatini ratificó la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes en 2004 y la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos en 1995, sus autoridades utilizan sistemáticamente la tortura y otros malos tratos contra la población reclusa, denuncia Amnistía. Por ejemplo, los exparlamentarios Mthandeni Dube y Mduduzi Bacede Mabuza estuvieron casi dos años en detención arbitraria, hasta que en 2023 fueron declarados culpables de terrorismo, sedición y asesinato.
"Durante todo el tiempo que hemos estado detenidos, hemos soportado condiciones deplorables, malos tratos físicos y privación de derechos esenciales. Se nos negó el acceso a representación legal y atención médica, despojándonos de nuestra humanidad básica. Nos encontramos encarcelados en condiciones que desafían la dignidad humana, ante un futuro cargado de incertidumbre", denunciaron ellos mismos en noviembre de 2024 a través de la ONG Civicus.
El gobierno de Esuatini no ha investigado varias ejecuciones extrajudiciales que se han denunciado, asegura Amnistía. Según esta organización, en el país persiste la represión política generalizada, especialme... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}