:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fa1b%2F88b%2F919%2Fa1b88b919ec5e8826af216d6cc5a13e6.jpg)
Marruecos cerró unilateralmente hace unos pocos días las aduanas terrestres de Ceuta y Melilla abiertas hace solo cinco meses. Las autoridades marroquíes no indicaron, en su comunicación en francés a la aduana española, el motivo de la clausura ni su duración.
A los empresarios melillenses que aspiran a exportar al país vecino sus interlocutores marroquíes sí les dejaron caer que el cierre era para facilitar el buen desarrollo de la Operación Paso del Estrecho (OPE) durante la cual más de 3,5 millones de inmigrantes marroquíes en Europa regresan a Marruecos desembarcando, a veces, en los puertos de Ceuta y Melilla y atravesando después las fronteras terrestres.
La agencia melillense de aduanas Quiles precisó que el paréntesis impuesto por Marruecos duraría hasta mediados de septiembre, cuando concluya la OPE que empezó el 15 de junio. Para su buen desarrollo la OPE requiere la movilización en España, sin contrapartidas marroquíes, de los recursos de múltiples organismos estatales, autonómicos y locales así como inversiones en infraestructuras, sobre todo en los puertos andaluces.
Desde primera hora de la tarde circuló el rumor que el cierre era la respuesta de Rabat a la invitación formulada por el Partido Popular al delegado del Frente Polisario, Abdulah Al-Arabi, para que asistiera a su congreso el pasado fin de semana. Ceuta y Melilla están gobernadas por el PP y sus presidentes participaron en el congreso.
Aunque se dio a conocer este martes por la tarde, el cierre de la aduana era efectivo desde días antes que empezara el congreso de los populares. El empresario melillense Juan Francisco Pérez Quiles llevaba, por ejemplo, una semana intentando exportar sin éxito a Marruecos una camioneta con electrodomésticos, pero no conseguía los permisos necesarios.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, no tardó en denunciar el cierre. “Marruecos manda en las relaciones con España, en la frontera de Melilla-Ceuta”, declaró indignado. “Eso es la debilidad que tiene España, el Gobierno de Sánchez con respecto a nosotros y a nuestra frontera”, añadió. Tachó de “mentira” que el funcionamiento de la aduana entorpeciese la OPE. Ambas “pueden coexistir perfectamente”, recalcó.

Sánchez en Melilla o el empeño por pintar de rosa la relación con Marruecos
Ignacio Cembrero
Su homólogo de Ceuta, Juan Jesús Vivas, guardó silencio, pero no así la delegación del Gobierno en la ciudad. Precisó al diario El Faro que “el acuerdo con Marruecos prevé que en momentos de especial afluencia, como la OPE, las aduanas puedan modular, incluso detener temporalmente, el paso de mercancías para permitir el flujo de viajeros”
Marruecos ya cerró la aduana de Melilla, tras siglo y medio de funcionamiento, el 31 de julio de 2018 tras comunicárselo a los agentes de aduanas, pero no al Gobierno español. Siete años después aceptó reabrirla e inaugurar otra en Ceuta aplicando, en apariencia, la hoja de ruta pactada con el Gobierno español tras la carta enviada por el presidente Pedro Sánchez, el 14 de marzo de 2022, al rey Mohamed VI. En esa misiva se alineó con la solución autonómica que propugna Rabat para resolver el conflicto del Sáhara Occidental sorteando el referéndum de autodeterminación.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, proclamó que la apertura de esas aduanas era un “hito histórico”. La delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, afirmó, por su parte, que la aduana que se iba a reabrir en su ciudad sería equiparable a las que mantiene la Unión Europea con países terceros.
La aduana reabierta en Melilla no guarda relación alguna con la que existió hasta 2018 por sus días y horarios de apertura, el tamaño de los vehículos que la pueden cruzar -solo furgonetas y no camiones- y por la lista muy corta de productos que pueden ser importados y exportados.
Prueba de ello es que desde su apertura oficial en febrero, solo se han efectuado desde Melilla 19 operaciones comerciales, una cada 7 días, según fuentes afines a los agentes de aduanas. Desde Marruecos han entrado 12 camionetas, 11 con pescado y una con verduras. De Melilla al país vecino han cruzado otras 7, todas con electrodomésticos.
En Ceuta el comercio ha sido un poco más intenso, una operación cada 3,5 días, pero más desequilibrado. Desde Marruecos han sido importadas 41 camionetas, casi todas con arena y grava. En dirección contraria solo un vehículo con productos de exportación cruzó la frontera.
“Esto no es una aduana comercial libre, abierta e internacional para todos los sectores y todos los empresarios”, se quejó días atrás Enrique Alcoba, presidente de los empresarios melillenses. “Esto es otra cosa, es lo que Marruecos quiere: se abre cuando quiere, para los productos que ellos deciden (...)”, añadió. Imbroda tachó la aduana abierta en febrero de “mero paripé”.
Tras casi tres años de negociaciones con España, de abril de 2022 a febrero de 2025, Marruecos aceptó a regañadientes cumplir con el compromiso adquirido de abrir aduanas terrestres con su vecino septentrional, pero impone tales restricciones a su funcionamiento que son solo simbólicas. No han contribuido a estimular la economía de ambas ciudades.
Estas siguen estando asfixiadas por Marruecos que ni siquiera aplica en sus fronteras terrestres el llamado “régimen de viajeros”, vigente en sus aeropuertos, que permitiría hacer pequeñas compras en Ceuta y Melilla, por importe no superior a 100 o 200 euros. Los aduaneros marroquíes han llegado a incautar hasta botellas de agua mineral que no estuvieran abiertas.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}


