
Un grupo de científicos analizó muestras post mortem de cerebros de personas entre los 0 y los 78 años.
Un nuevo estudio publicado en Science ha derribado uno de los dogmas más arraigados en neurociencia, la supuesta desaparición de la formación de nuevas neuronas en la edad adulta.
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, en colaboración con un equipo internacional, han demostrado que la neurogénesis en el hipocampo humano, zona clave para la memoria y el aprendizaje, persiste a lo largo de toda la vida.
Este descubrimiento contradice estudios previos que sugerían que, tras cierta edad, el cerebro humano perdía su capacidad de generar nuevas neuronas. Para alcanzar esta conclusión, los científicos analizaron muestras post mortem de cerebros de personas entre los 0 y los 78 años.
Gracias a técnicas de vanguardia como la secuenciación de ARN de núcleo único y transcriptómica espacial de célula única, junto con inteligencia artificial, lograron detectar células progenitoras y neuronas inmaduras incluso en los cerebros más envejecidos.
Aunque la densidad de estas células disminuye con la edad, su presencia constante refuerza la idea de que no existe un límite biológico estricto para la regeneración neuronal en el hipocampo.
Unas células extremadamente escasas
María Llorens-Martín, investigadora de la Universidad Autónoma de Madrid, señala que "estas células son extremadamente escasas y se parecen mucho a las células gliales, por lo que sólo mediante herramientas sofisticadas han podido identificarlas con precisión".
Según explican los autores, el fracaso de estudios anteriores para detectar neurogénesis podría deberse a limitaciones metodológicas. La combinación de técnicas modernas ha permitido superar estos obstáculos y trazar un retrato más fiel de la plasticidad cerebral humana.
Un abanico de oportunidades terapéuticas
Más allá de la sorpresa científica, los hallazgos abren un abanico de oportunidades terapéuticas. En contextos de neurodegeneración, como el Alzhéimer, o en trastornos psiquiátricos como la depresión o el estrés postraumático, fomentar la neurogénesis podría convertirse en una vía para mitigar el deterioro cognitivo o mejorar el bienestar mental.
Por ahora, quedan preguntas abiertas: ¿qué papel funcional cumplen estas nuevas neuronas? ¿Cómo se integran en los circuitos cerebrales existentes? ¿Qué factores influyen en esta capacidad regenerativa?
Lo cierto es que esta investigación no solo redefine el entendimiento del cerebro humano, sino que plantea una esperanza real, la posibilidad de seguir reinventándonos, incluso a nivel neuronal, durante toda la vida.
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