Situado en la indómita Costa da Morte entre paisajes marcados por un intenso oleaje, este pueblo gallego ofrece incentivos para todos los gustos: bonitas playas, patrimonio cultural y una gastronomía que por sí misma merece un viaje.
A pesar de que la temperatura de sus aguas es para valientes, la costa gallega no deja de ser una de las más demandadas cuando planeamos unas vacaciones dentro de España. Con sus espacios naturales que se mantienen vírgenes, playas extensas entre naturaleza salvaje y un clima envidiable, no es de extrañar que año tras año caigamos rendidos ante los infinitos atractivos de la tierra gallega. Y si eres de los que planean cualquier viaje en función de la buena mesa, no dudes en acercarte hasta Malpica de Bergantiños porque este bonito pueblo costero tiene fama de contar con el mejor pescado y marisco de España.
Un destino imprescindible en la Costa da Morte
Marisco y mucho más, porque Malpica es uno de los destinos más interesantes de la Costa da Morte. Así que antes de sentarte a la mesa para disfrutar de los mejores productos del mar, te contamos los otros encantos de los que también presume esta pequeña villa de pescadores.
Qué ver en Malpica de Bergantiños
De tradición pesquera, casi todos los atractivos de Malpica están ligados al mar. El centro del pueblo cuenta con la peculiaridad de estar ubicado en un estrecho istmo con la playa a un lado y al otro, el puerto. Sus vistas espectaculares y las casas de colores dibujando un paisaje urbano muy singular, convierten al puerto de Malpica en la estrella de la localidad.
Durante el paseo te encontrarás con el Muelle Norte, donde están las casetas de pescadores y la Lonja, y el Muelle Sur, donde podrás descubrir la tradicional estampa de las mujeres redeiras, reparando las redes de los barcos.
El barrio alto de Atalaia
Junto con el de O Areal, el de Atalaia es el barrio más antiguo de Malpica, aunque hoy está sin urbanizar. Desde la plaza de O Cruceiro tienes que seguir el camino entre las casas, dejando siempre el mar a la derecha. Y así, entre senderos estrechos llegarás a varios miradores, el primero de ellos con una bonita vista del puerto. Pero no te quedes ahí, porque hay otros más, como el de O Bufadoiro con una impresionante panorámica del golfo Ártabro o el Picote da Atalaia, donde además de todo el golfo Ártabro se pueden ver las misteriosas islas Sisargas.
Ermita de San Adrián do Mar
En el Cabo San Adrián y ante una impresionante panorámica del Océano, se encuentra esta sencilla ermita, que tiene sus orígenes en el siglo XVI y que fue reconstruida en el XX. Son numerosas las leyendas que rodean al santo, que cuenta con una romería que se celebra a mediados de junio y está considerada Fiesta de Interés Turístico de Galicia.
Un recorrido entre faros y playas
Una de las mejores maneras de disfrutar de estos paisajes de dunas, playas y abruptos acantilados, es recorrer alguna de las etapas de la Ruta de los Faros, que abarca 200 kilómetros y se extiende desde Malpica de Bergantiños a Finisterre. La primera etapa (de 22 kilómetros) parte del litoral malpicano y va desde el pequeño faro del puerto hasta la playa de Niñóns, en el pueblo de Ponteceso. Durante el camino podrás hacer paradas en playas tan bellas como las de Seaia, Seiruga y Barizo.
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