Muchas veces pensamos que para mantener nuestra piel limpia y sana tenemos que centrarnos en los productos que utilizamos cuando nos duchamos, pero hay un paso más o igual de importante.
El cuidado de la piel se ha convertido en algo fundamental en nuestro día a día. Hoy en día existen muchas afecciones cutáneas que afectan con frecuencia a las mujeres en España. Entre ellas se incluyen la rosácea, la dermatitis, o las manchas de la edad o lentigos solares. Por este motivo, es necesario tener en cuenta los consejos de los dermatólogos para mantener una dermis saludable, y evitar diferentes afecciones o molestias de la dermis. En concreto, una experta ha señalado un hábito que no debemos pasar por alto, y no tiene nada que ver con ducharse, más bien es lo que se debe hacer después.
Cuando piensas en mantener tu piel limpia y sana, probablemente lo primero que te venga a la mente sea una buena y larga ducha. Incluso con poco tiempo, una exfoliación rápida puede dejarte con una sensación de frescura. Sin embargo, la limpieza no se limita a lo que ocurre cuando nos duchamos. Lo que hagamos después es igual de importante para mantener la piel sana. Descubre el paso crucial que no puedes saltarte después del lavado.
¿Qué debes hacer después de la ducha?
Una de las cosas más importantes que hay que hacer después de la ducha es hidratarse. Así lo ha confirmado en la revista especializada Parade la Dra. Shannon Humphrey, dermatóloga y profesora de la Universidad de Columbia Británica. Aunque parezca difícil de creer, la piel se puede deshidratar en la ducha, debido precisamente a la alta temperatura del agua. "Tanto la alta temperatura como la exfoliación corporal pueden eliminar los aceites esenciales que la piel necesita para mantenerse suave", añade la dermatóloga Stephanie Taylor.
Sin estos aceites la piel se deshidrata, provocando lo que técnicamente se conoce como piel seca con picazón o xerosis. "Por eso, algunas personas experimentan tirantez o picazón en la piel después de la ducha", apunta. Es más, el agua c aliente se evapora rápidamente de la piel, lo que hace que se extraiga la humedad, dejando la piel aún más seca. Así que una buena crema hidratante después del lavado puede protegernos de todo ello.
Según menciona Taylor, se debe hidratar la piel entre tres y cinco minutos después de salir de la ducha, ya que "cuando la piel está húmeda facilita la absorción de la loción". Las lociones y cremas faciales hidratan y retienen el agua para mantener le piel suave y flexible. Y a largo plazo, la barrera cutánea se vuelve menos sensible y más resistente. No obstante, hay algunas cremas mejores que otras.
¿Cómo escoger una crema hidratante?
Tal y como comentan los expertos, no existe una crema hidratante que funcione para todas, ya que cada tipo de piel es diferente. Aun así, podemos tener en cuenta algunos aspectos, como los ingredientes que componen los productos. La Dra. Humphrey asegura que hay que optar por lo sencillo justo después de la ducha. Algunos ejemplos son los emolientes y humectantes, como ceramidas (ayudan a fijar la barrera cutánea), glicerina (absorbe el agua) o ácido hialurónico (retiene la humedad).
Otro ingrediente que hay que considerar según Taylor, es el escualeno, un lípido que es un componente principal del sebo, el aceite natural del cuerpo que ayuda a preservar la humedad de la piel. Asimismo, la manteca de karité o la vaselina potencian la humedad que protegen contra la piel muy seca. Humphrey recomienda elegir cremas corporales en lugar de lociones, pero desaconseja las cremas hidratantes demasiado ligeras o a base de agua. Tanto las lociones como las cremas adecuadas pueden marcar una gran diferencia para mantener tu piel joven y suave durante años. Y lo mejor de todo, ¡solo necesitarás unos minutos!
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