Punto Ciego | Ignacio Urquizu: "La mayoría cree que Sánchez sabía de la trama"

Punto Ciego | Ignacio Urquizu:

Ignacio Urquizu, en conversación con José Antonio Zarzalejos para el podcast Punto Ciego, explica que ha dejado la política activa en el PSOE tanto por decepción como por el apartamiento de la actual dirección. Confiesa que fue expulsado dos veces de las listas electorales, primero en la comisión presidida por Ábalos y, luego, por Cerdán. Ahora se dedica de lleno a su labor docente en la Universidad Complutense de Madrid en la que es profesor titular de Sociología, disciplina en la que se doctoró en 2008, cuajando una trayectoria profesional, nacional e internacional, que le convierte en referencia de la nueva generación de sociólogos en España.

En su condición de asesor externo de Metroscopia ha participado activamente en el análisis de los datos de la serie de encuestas sobre “el estado de ánimo de los españoles”, una docena de sondeos que sirven para auscultar la inquietud, temores y aspiraciones de los ciudadanos. Urquizu confirma que hay “enfado” e “incertidumbre” en lo económico, pero también en lo político, un malestar que alcanza de lleno al “electorado progresista” que ha experimentado profundos cambios.

Los votantes de izquierda están persuadidos de que la trama corrupta en el PSOE es delictiva y que Sánchez, en todo o en parte, la conocía, opiniones que se han ahondado después del informe de la UCO sobre Santos Cerdán. Urquizu subraya que el sector del centroderecha, a resultas del crecimiento de Vox, se situaría en porcentajes inéditos, en torno al 49% de los votos, lo que le llevaría al Congreso con una mayoría absoluta con el PP próxima a los 190 escaños. Aunque sigue habiendo “miedo” al partido de Abascal, reconoce que el temor ha disminuido, incluso entre un porcentaje significativo del electorado socialista. En general, explica, se ha producido un corrimiento “hacia la derecha”. Hay un claro trasvase de Sumar al PSOE, del PSOE al PP y del PP a Vox. La decepción cunde en los electores progresistas hasta el punto de que, según los últimos datos disponibles, el PSOE cae a niveles de 2015 (en torno al 22%, muy lejos del 30% de 2023) y la valoración de Sánchez de sus propios votantes es la menor (por debajo del 70%, lo que es nuevo) respecto de la que reciben los líderes de los demás partidos parlamentarios. Indica Urquizu que, por primera vez, se rompe la sintonía de los electores de la extrema izquierda con Sánchez que venía siendo sostenida desde la época del gobierno de Zapatero.

El sociólogo realiza también un análisis de la labor del Centro de Investigaciones Sociológicas, reivindica su labor, pero discrepa de José Félix Tezanos en las estimaciones que realiza, sesgadas y equivocadas, siempre primando a la izquierda, y por la ruptura de las series de preguntas que ofrecían herramientas muy válidas para la investigación social. Señala, por fin, que la salida a la situación política española depende por entero del propio Sánchez (“nuestro sistema es muy presidencialista”), porque a él le corresponde la disolución de las Cámaras, la cuestión de confianza y contra él cabe una moción censura pero que requiere también presentar una alternativa a su programa y a su gestión.



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