
Adelantarse mucho a la hora de comprar los billetes no es siempre garantía de un precio más ajustado.
Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y algunas personas están buscando ya viajes de última hora para disfrutar de unas jornadas de descanso lejos del hogar.
Pero aunque los precios de los vuelos suelen estar ahora más caros que en cualquier momento del año, hay algunos trucos para contratar vuelos a un precio sensiblemente inferior.
Dawn Morwood, codirectora de la web Cheap Deals Away, revela en declaraciones recogidas por el Daily Mail que hay dos días a la semana en los que volar es más barato que en los otros cinco.
"Las salidas los martes y miércoles son casi siempre más baratas que los vuelos de fin de semana", dice Morwood. La experta dice que si puedes ser flexible con tu fecha de salida, vale la pena consultar el precio de su vuelo en diferentes días.
La profesional también afirma que reservar un vuelo en la fecha más temprana posible no siempre es la mejor manera de ahorrar dinero.
"He visto a personas reservar vuelos con diez meses de anticipación pensando que tenían una ganga, solo para ver cómo el precio de la misma ruta bajaba más de 200 euros por persona solo unas semanas antes de la salida", dice.
"Las aerolíneas utilizan precios dinámicos, lo que significa que se ajustan constantemente en función de las predicciones de la demanda", prosigue Morwood, que añade que esperarse al último momento también es una forma arriesgada de viajar.
La experta explica que los turistas podrían enfrentarse a "precios inflados" y "disponibilidad limitada", además de verse obligados a "comprometer" la "calidad del alojamiento" si reservan tarde.
En términos generales, la experta en viajes dice que el momento ideal para reservar un vuelo de corta distancia a Europa es de seis a ocho semanas antes de la salida.
Cuando se trata de un vuelo de larga distancia, como los que unen Europa con otros continentes, es mejor reservar con ocho a doce semanas de antelación al viaje, concluye Morwood.