
Este impresionante itinerario discurre por un entorno tan increíble como la Alta Garrocha, por lo que los amantes del trekking podrán disfrutar de unas vistas increíbles a la par que atraviesan parajes extraordinarios.
Pocos lugares hay en España que sean tan espectaculares como la bonita zona de la Alta Garrocha, una maravillosa región situada en el norte de la provincia de Girona. En este paraje tan majestuoso ubicado en los Pirineos se pueden encontrar alucinantes pueblos como Beget, pero además de esas preciosas localidades, en este punto de la frontera con Francia también es posible adentrarse en paisajes de ensueño.
Por ello, lo mejor que pueden hacer los amantes de la naturaleza que se acerquen hasta los albores pirenaicos es hacer una ruta de senderismo que recorra los enclaves más excelsos de este rincón de Cataluña. Desde bucólicas cascadas y piscinas naturales, pasando por ríos, altas cumbres e incluso algún que otro tesoro arquitectónico, completar el itinerario hasta el Gorg Blau es una experiencia inolvidable.
La espectacular ruta al Gorg Blau en el Prepirineo
Esta ruta circular de unos 15 kilómetros puede parecer imponente para aquellos que no están acostumbrados a hacer trekking, pero la realidad es que su escasa dificultad la hace ideal para todo tipo de amantes de la naturaleza. El itinerario hacia la increíble poza (y sus cascadas) discurre por la riera de Sant Aniol y parte de la localidad de Sadernes, en concreto desde el parking del camping (hay que reservar con antelación).
Todo el camino está muy bien señalizado para que los senderistas no tengan ningún problema. En los primeros instantes del camino hay que atravesar el Puente d'en Valentí para caminar paralelamente al riachuelo de Sant Aniol, aunque pronto los intrépidos que se adentran en el sendero se topan con la primera maravilla: la bonita cascada del Salt de Brull, que ya deja entrever los tesoros naturales que hay a lo largo de la ruta.
Siempre con el agua como acompañante, y después de atravesar puentes y puntos donde la vegetación parece que va a hacer desaparecer el camino, se llega hasta una de las grandes joyas del itinerario, que no es otra que la ermita de San Aniol d' Aguja. Este precioso y pequeño templo es un indicador de que el destino final de la ruta, la fantástica poza de Gorg Blau, está ya a solo unos pasos.
Esta impresionante piscina natural se oculta entre vastos bosques, y cuenta con pequeños pero preciosos saltos de agua que añaden todavía más encanto a este enclave tan bucólico situado en el noreste de España. Para volver al pueblo de Sadernes, tan solo hay que recorrer el camino andando tras disfrutar de un paraje tan espectacular como este.
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