La ciudad de Francia repleta de jardines con una catedral gótica: 'la linterna de Dios'


         La ciudad de Francia repleta de jardines con una catedral gótica: 'la linterna de Dios'

Metz es una localidad con gran riqueza arquitectónica, increíbles iglesias medievales y espacios verdes ubicada entre los ríos Mosela y Seille.

Pensar en Francia es trasladarnos a París, a los campos de lavanda de la Provenza o al Monte Saint-Michel, algunos de los lugares típicos más visitados. Sin embargo, hay una cara más desconocida pero igual de encantadora e interesante. Por ejemplo, situada al noroeste del país, prácticamente equidistante de Bélgica, Luxemburgo y Alemania, destaca una ciudad con numerosas riquezas: Metz. Con una preciosa catedral gótica, un patrimonio que combina historia y arte contemporáneo, una arquitectura de piedra dorada y ambiente cosmopolita, es un destino turístico ideal y lleno de encanto.

Una ciudad llena de jardines

Metz cuenta con un importante patrimonio histórico, cultural, religioso y natural que se extiende desde la antigüedad hasta el siglo XXI. Con 36 kilómetros de senderos a lo largo de las orillas de los ríos Mosela y Seille, ofrece un entorno de naturaleza excepcional. Además, la ciudad cuenta con 40 metros cuadrados de espacios verdes por habitante.

Si quieres apreciar de cerca esta esencia, no puedes dejar de visitar el Jardín de l'Esplanade, parque principal de la ciudad construido a finales del siglo XVIII. Nos regala una vista panorámica del valle del Mosela, convirtiéndose en un lugar ideal para pasear y relajarse. Por su ubicación en el corazón de la ciudad se encuentra muy cerca de los espacios culturales y monumentos históricos locales.

Otro de los espacios naturales que no puede faltar en tu visita a la región francesa es el Jardín des Tanneurs, ubicado al sur de la ciudad y construido en terrazas de la colina Sainte-Croix. Bajo la sombra de olivos y limoneros, podrás desconectar del ruido de la ciudad envuelto en el dulce aroma de la lavanda. Y por supuesto, el Jardín Botánico que alberga especies de árboles increíbles, algunos incluso de hasta 150 años, como la Sophora japónica, el ciprés calvo o ginkgo biloba.

Los imprescindibles en una visita a Metz

La ciudad cuenta con una estética impregnada del período medieval gracias a las calles de adoquines, palacios y monumentos emblemáticos que posee. El edificio principal es la Catedral Saint-Étienne, construida entre 1220 y 1522, fruto de la unión de dos iglesias. Cuenta con una bóveda de 42 metros de altura y 6.500 metros cuadrados de vidrieras creadas entre los siglos XIII y XX que le han concedido el apodo de 'la linterna de Dios'.

Por otro lado, está el Centro Pompidou-Metz, una delegación del museo parisino que fue diseñado por los arquitectos Shigeru Ban, Jean de Gastines y Philip Gumuchdjian. La obra arquitectónica impresiona desde lejos gracias a su tejado que recuerda a un sombrero chino tradicional. En su interior alberga diferentes obras de arte moderno y contemporáneo.

También merece la pena acercarse a la puerta de los alemanes y las murallas, una fortaleza que cruza las aguas del río Seille. Es de los elementos más destacados de los vestigios de las murallas medievales que formaban una protección para la ciudad de 7 kilómetros con 18 puertas y 38 torres.

Por último, no podemos perdernos el barrio imperial, un destacado ejemplo del urbanismo germánico de comienzos del siglo XX. Fue construido a partir de 1902 y cuenta con una extensión de 300 metros de terreno. Con un estilo neorrománico, en sus espacios podrás encontrar la plaza Mondon y las lujosas mansiones de la avenida Foch, que reinterpretan el arte románico, gótico renacentista y barroco.

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