
La próxima semana, 32 velas crearán un recorrido de sombra continuo entre el Oso y el Madroño y la Mariblanca.
La Puerta del Sol por fin tendrá sombra... 163 veranos después. Las grúas han llegado este miércoles al kilómetro cero de Madrid para empezar a colgar 32 velas de los postes anclados a los bancos de granito de la plaza. Según las previsiones municipales, la próxima semana ya estarán todos montados, creando un recorrido continuo de sombra desde el Oso y el Madroño hasta la estatua de la Mariblanca. Este esqueleto de metal consiste en una estructura metálica de acero inoxidable anclada en los bancos a través de tubos enroscados que permiten la instalación y desinstalación de los propios mástiles, que solo estarán puestos durante los meses de más calor. Un hecho "histórico", tal y como lo ha valorado la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero
Sobre estos elementos rígidos se han colgado unos hilos tensores de metal que se han anclado a las fachadas. Tal y como se refirió a ellos García Romero, las "chinchetas" que fijarían las velas "contra los habituales vientos que pasan por la Puerta del Sol", una de las mayores preocupaciones de los técnicos a la hora de diseñarlos. Sin embargo, como se puede prever por el largo periodo de tiempo que ha costado dar el paso de poner toldos, el camino hasta que estas lonas hayan llegado a Sol no ha sido fácil. Y estas "chinchetas" han sido una de las culpables.
Desde 2023, cuando José Luis Martínez-Almeida renovó su alcaldía con estos toldos entre sus promesas electorales, el área de Obras ha tenido que trabajar muy estrechamente con la Comisión Local de Patrimonio Histórico para diseñar un proyecto definitivo, al tratarse de un entorno declarado Bien de Interés Cultural (BIC). El proyecto ganador de la remodelación de la Puerta del Sol no preveía sombras y, aunque se propuso la plantación de nueve árboles en el único espacio que no disponía de infraestructuras bajo la cota del pavimento, Patrimonio Histórico desfavorablemente la idea porque "la ubicación de esos árboles no respondían a criterios urbanísticos", según explican desde Obras.
"Chinchetas", viento... y un viaje de los bancos a Galicia
Tras esto, se realizó un proyecto básico en diciembre de 2023 que la Comisión dictaminó como "viable"... pero los fuertes vientos que se suelen registrar en la plaza se convirtieron en el próximo obstáculo. El Ayuntamiento tuvo que congregar a distintos grupos de ingenieros para realizar los estudios y cálculos de resistencia y, por fin, un proyecto completo vio la luz y fue validado por Patrimonio en julio de 2024. Desde entonces, Obras arrancó la fabricación, montaje e instalación para este verano. No obstante, un pequeño detalle obligó a tener que rediseñar un elemento clave de la estructura a pocas semanas de empezar a montarla: "las chinchetas", técnicamente conocidas como anclajes.
Los estudios anteriormente citados determinaron la necesidad de unos anclajes a falta de poder instalar fijaciones metálicas bajo los bancos por la fina losa que separa la plaza de la estación de Metro y Cercanías. Pero estas chinchetas no fueron del gusto de Patrimonio por "sobresalir un poco y dar algo de sombra a todo el complejo", según explicó la delegada. Por tanto, se mandaron hacer unas nuevas... esta vez más planas. Por último, aunque los bancos que ahora rodean el kilómetro cero son los mismos que antes de instalar los toldos, hace pocas semanas estaban lejos de la capital. Concretamente, en Galicia. Una fábrica de soldadura gallega fue elegida como la ideal para establecer "una masa de cobre que sujete bien los toldos", apuntó García Romero.