
Se encuentra entre los acantilados del Parque Rural de Anaga y tiene 300 metros de largo y 30 de ancho.
Las Canarias, paraíso y belleza a partes iguales, son siempre uno de los destinos vacacionales favoritos. Son muchos los españoles que cada verano prefieren el archipiélago como lugar de descanso, mientras que gran cantidad de extranjeros también eligen las islas como destino de disfrute, incluso lugar para tener su residencia habitual.
Una de las islas favoritas suele ser Tenerife, y no solo por el volcán del Teide, sino por otros muchos lugares convierten a su territorio en un lugar mágico. Es el caso de sus playas, la mayoría de arena negra, aunque hay una que destaca por encima de todas: la de Benijo.
Según la revista National Geographic, este arenal del norte de la isla es una de las recomendaciones para visitar. Se encuentra entre los acantilados del Parque Rural de Anaga y, de acuerdo con esta prestigiosa publicación, es uno de los destinos costeros más espectaculares. Pone el foco en uno de los pocos rincones de la isla que quedan sin explotar. "Nadie puede sustraerse a la belleza lunar, sobre todo al atardecer", apunta la publicación.
Esta zona tiene fama de ser un lugar bravo, por lo que los visitantes deberán tener especial precaución con las olas. La arena volcánica de este paraje se extiende a lo largo de 300 metros y con un ancho de otros 30 y a tan solo unos minutos se encuentra el pueblo de Almáciga.
Dadas las condiciones y la zona de naturaleza en la que se encuentra, se trata de un lugar aislado. Hasta aquí solo se puede acceder en coche. Para ello habrá que tomar la carretera TF-134 hasta el restaurante El Mirador. Desde ese lugar habrá que comenzar un camino a pie por un arenal que durará aproximadamente 15 minutos.