
¿Y si Pedro Sánchez anunciase la convocatoria de elecciones generales? Esta dimisión implicaría la dimisión de todo el Gobierno, que pasaría estar en funciones.
El Ejecutivo continúa tambaleándose. La semana pasada el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, anunciaba su dimisión y entregaba el acta de diputado. Lo hacía tras conocerse el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en el que se detalla que el número tres del PSOE habría participado junto a José Luis Ábalos y Koldo García en el amaño de contrataciones públicas.
Sumado a este escándalo, dicho informe de la UCO puso en cuestión las cuentas del partido socialista con la sospecha de un delito de financiación ilegal. La presión aumenta hoy, viernes 20 de junio, con la Guardia Civil accediendo a la sede del PSOE, en la calle de Ferraz, a petición del Tribunal Supremo, para clonar el correo corporativo del ex secretario de Organización del partido Santos Cerdán.
En este contexto, el PP insiste en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, "no va a poder sobrevivir a la aplicación del Estado de derecho" y solicita que se produzcan "dimisiones y elecciones". El presidente de los populares, Alberto Núñez Feijóo, ha considerado que "la situación que vivimos es de sobresalto en sobresalto porque cada día sale una noticia peor para el Gobierno".
Pero, ¿qué pasa si Pedro Sánchez convoca elecciones?
Si el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez decidiera presentar su dimisión (primero al Rey) el Gobierno entraría automáticamente en funciones, según el artículo 101.2 de la Constitución. Desde ese momento, los ministros solo podrían atender asuntos urgentes o rutinarios, pero no podrían aprobarse leyes nuevas, ni disolver las Cortes, ni proponer reformas constitucionales.
Entonces le llegaría el turno al Rey: tras consultar a los grupos parlamentarios, propondría un candidato a la Presidencia del Gobierno para que el Congreso de Diputados votara la investidura. Si ese candidato lograse mayoría (absoluta o simple tras segunda votación), podría formarse un nuevo Gobierno sin necesidad de elecciones.
Si en dos meses desde la primera votación de investidura nadie obtiene la confianza del Congreso, se disuelven automáticamente las Cortes y se convocan elecciones generales.
Una vez disueltas las Cortes, las elecciones se deben convocar en un plazo máximo de 54 días. Por tanto, desde la dimisión hasta la posible celebración de elecciones, pueden pasar entre 2,5 y 3 meses, lo que nos llevaría a las urnas a mediados o finales de agosto.
Otra opción: convocar elecciones directamente
Sin embargo, otra opción es que Pedro Sánchez optase por disolver el Congreso y convocar elecciones anticipadas de manera voluntaria, siempre que haya transcurrido al menos un año desde los comicios anteriores y que no exista una moción de censura en trámite. En este caso, tras publicarse el decreto de disolución en el BOE, las elecciones se celebrarían 54 días naturales después.
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