
Esta espectacular fortaleza, situada a apenas una hora de la Sagrada Familia y el resto de tesoros de la Ciudad Condal, lleva más de un milenio en pie y a menudo pasa por debajo del radar, pero es una auténtica maravilla.
A pesar de que la ciudad de Barcelona sea uno de los principales centros turísticos de toda España, en toda la provincia también se esconden verdaderas maravillas. A no mucha distancia de la Sagrada Familia, el Parque Güell y el resto de joyas de Gaudí en la urbe, es posible encontrar increíbles enclaves con siglos de historia, como por ejemplo fascinantes fortines de la época medieval que aún siguen en pie hoy en día.
Uno de los más desconocidos es el castillo de Claramunt, situado a tan solo una hora de la capital de Cataluña y enclavado en la localidad de La Pobla de Claramunt. Esta impresionante fortaleza medieval lleva más de un milenio en pie, y aunque quizás no sea tan conocido entre los turistas como el de Cardona o el de Santa Florentina, lo cierto es que es un asombroso edificio.
El castillo de Claramunt, un tesoro oculto del siglo X
Erigido a unos 450 metros de altura en lo alto de un monte de la sierra de la Guardia, muy cerca del río Noya, este castillo fue construido en la segunda mitad del siglo X, siendo uno de los muchos que se levantaron para vigilar la frontera con el territorio controlado por los musulmanes en aquella época, por lo que ha sido escenario de numerosas batallas a lo largo del tiempo. A pesar de haber sido destrozado en varias ocasiones, todavía mantiene ese esplendor medieval que tanto lo caracteriza.
Está conformado por dos recintos amurallados escalonados que ocupan una superficie descomunal. El primero de ellos está más elevado, y en él se puede encontrar la torre del homenaje, así como otras más bajas y una sala gótica. Esta parte del complejo tenía una función mucho más residencial, mientras que la segunda, situada a un nivel inferior, estaba destinada más bien a asegurar el buen funcionamiento del fortín.
Precisamente es en ese recinto más bajo en el que se puede encontrar una de las joyas del castillo, la maravillosa Iglesia de Santa María, levantada en el siglo XI siguiendo los cánones del estilo románico; además, junto a ella se ubica la Capilla de Santa Margarita, construida en una época posterior. Todo el complejo alberga maravillas y cada uno de sus rincones son recordatorios de la importancia histórica que tuvo este fortín a lo largo de toda la Edad Media.
El castillo de Claramunt pasó por manos del linaje que lo da nombre y por la casa de los Cardona, que lo convirtieron en centro administrativo de la zona de la cuenca del Ódena. La fortaleza ha tenido que soportar muchos contratiempos a lo largo de los siglos, y es que fue parcialmente derruida tanto en 1463, en plena contiendan entre Juan II y la Diputación del General, pero dos siglos y medio después, en la Guerra de Sucesión, volvió a ser dañada y finalmente abandonada.
Cómo visitar y cómo llegar al castillo de Claramunt
La entrada general (que se puede comprar online) tiene un precio de cinco euros, mientras que para llegar al castillo de Claramunt desde la ciudad de Barcelona y poder contemplar todos los secretos que esconde hay que encarar la A-2 durante muchos kilómetros hasta salir por la N-IIa y la C-244 hasta La Pobla de Claramunt. Tras una hora de trayecto y dejar el coche en el aparcamiento, hay que subir andando hasta la fortaleza.
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