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"Me comprometo a dar todas las batallas, y digo todas, para generar certezas sobre lo que vamos a hacer. Quiero una presidencia de exigencia, que se me exija más que a nadie". Alberto Núñez Feijóo ha presentado este martes los apoyos de los militantes del PP para revalidar su cargo al frente del partido en el congreso nacional del próximo 4, 5 y 6 de julio. Y lo ha hecho con una exhibición de fuerza. Porque el dirigente gallego ha reunido un total de 94.501 avales, casi el doble que en 2022, cuando obtuvo casi 50.000. En 2018, su predecesor, Pablo Casado, presentó 5.000 firmas de militantes.
El líder del PP inicia de este modo el camino hacia la reelección sin resistencia interna, más allá de una candidatura menor liderada por el exdirigente valenciano José Luis Bayo. Su liderazgo no está en duda, aunque el mayor foco de tensión del cónclave popular estará en la redacción de las dos ponencias que se someterán a debate, una política y otra estatutaria. Feijóo ha vuelto a hacer un guiño al 'ala dura' de la formación, con voces como la de Isabel Díaz Ayuso que le piden priorizar la batalla ideológica e "ilusionar" a las bases para llegar al Gobierno, subrayando que su compromiso será el de "dar todas las batallas" y promover un "rearme moral" de la formación.
"Tenemos la obligación de reconstruir lo que Sánchez ha destruido", subrayó el mandatario gallego, que anunció, además, un decálogo de propuestas que incorporará a la ponencia política que están redactando, entre otros, el presidente de Andalucía, Juanma Moreno; y el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Estas iniciativas, que se compromete a activar si llega al Gobierno, tienen una vertiente de gestión más que de ideología, con una excepción: la inmigración.
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Nacho CarderoFeijóo ha abierto la puerta a promover devoluciones de personas irregulares que no estén vinculadas a un "contrato de trabajo" o que no cumplan con "los valores" y las "normas" de nuestro país. "Quien no lo haga, tendrá que irse por donde ha venido", apuntó el presidente popular, que defendió una "inmigración legal, segura y ordenada" en línea con el modelo que están promoviendo otros países de la Unión".
El presidente popular también avanzó que incluiría en la ponencia política propuestas como la de impulsar una "auditoría general" frente al "despilfarro" del Gobierno; la eliminación de la burocracia; una nueva política de vivienda; impulsar un "mix energético" con nuclear y renovables para "garantizar la seguridad del suministro"; un plan nacional sobre el agua; y una limpieza institucional que implique "revertir cada atropello, cada abuso y cada ataque de Sánchez a las instituciones del Estado".
Feijóo ha despejado otra de las incógnitas de cara al congreso nacional. Porque uno de los debates pendientes y que en algunos sectores del partido piden clarificar es, precisamente, cuál será la relación del PP con Vox o Junts si logra llegar a la Moncloa. Y el líder del PP ha cerrado la puerta a abordar esta cuestión en el cónclave de julio. "Vamos a hablar de la relación con los ciudadanos. De las relaciones con los partidos podemos hablar en otros foros", zanjó. "El nudo gordiano de este congreso es dirigirnos a los ciudadanos, no mirar al ombligo del PP o de otras formaciones políticas".
El dirigente popular ha evitado mojarse sobre la cuestión de la oficialidad del catalán en la UE, sin aclarar si está a favor o en contra de este supuesto. Sólo ha reiterado que, en el hipotético caso de acometerse esta reforma habría que modificar los Tratados Europeos para abrir la puerta a las lenguas minoritarias de otros países. "Merece una reflexión si debemos gastarnos 140 millones de euros al año", afirmó.