
La posición de las orejas y su postura corporal son clave para entender si están felices, asustados o enfadados.
Los conejos son animales complejos y más comunicativos de lo que la gente se cree y, de hecho, en la convivencia con ellos en el entorno familiar, muchas veces su forma de expresarse pasa completamente desapercibida para los humanos. Entender su lenguaje corporal no solo es clave para su bienestar físico y emocional, sino que también ayuda a crear un vínculo de confianza con ellos.
Según la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales del Reino Unido (RSPCA, por sus siglas en inglés), "los conejos muestran sus emociones a través del lenguaje corporal y el comportamiento", y saber interpretar esas señales puede marcar la diferencia entre un animal de compañía estresado y otro feliz.
Pero, ¿cómo se comunican los conejos con otros de su misma especie? ¿Y con las personas u otros animales? Lejos de parecerse al lenguaje corporal de un perro o un gato, que quizás lleguemos a conocer un poco mejor, los conejos tienen unas posturas corporales muy peculiares.
Signos de relajación y felicidad
Un conejo que se siente seguro y cómodo en su entorno lo demuestra con una postura corporal relajada. La RSPCA explica que, en estos casos, "las orejas suelen estar juntas, orientadas ligeramente hacia atrás y hacia afuera, y los ojos pueden estar entrecerrados".
"El cuerpo se presenta sin tensión, lo que se refleja en distintas posturas típicas como en reposo con las patas recogidas bajo el cuerpo; acostado con las patas delanteras estiradas hacia delante y las traseras colocadas hacia un lado; o totalmente tumbado, con el cuerpo estirado y las patas traseras extendidas hacia atrás (una posición que solo adoptan si se sienten completamente a salvo)", detallan.
Además, los conejos pueden manifestar entusiasmo o alegría mediante un comportamiento conocido como binky, que consiste en un salto en el aire seguido de una especie de giro. "Este comportamiento es una muestra inequívoca de bienestar emocional", señalan desde la RSPCA.
Signos de ansiedad o miedo
El miedo en los conejos es una emoción poderosa, ya que en la naturaleza son presas y están biológicamente preparados para reaccionar de forma rápida ante amenazas. "Un conejo asustado puede agacharse hasta quedar casi plano contra el suelo, con el cuerpo tenso, la cabeza baja, las orejas separadas y pegadas a la espalda, y las pupilas muy dilatadas", explican desde la RSPCA. "Estas señales indican un alto nivel de estrés".
"En estos momentos, muchos conejos buscarán esconderse o permanecer inmóviles, esperando que el peligro pase", agregan. "Este comportamiento no debe tomarse a la ligera ya que si un conejo se esconde o se muestra inusualmente quieto, puede estar muy ansioso, por lo que conviene revisar si algo en su entorno lo está perturbando".
Signos de irritación, enfado o defensa
En cuanto a aquellas situaciones que irritan a nuestros conejos, debemos saber que no todos reaccionan al malestar de la misma manera. Por ejemplo, "algunos pueden intentar alejarse con un golpe seco de las patas traseras, una señal clara de descontento", cuentan desde la RSPCA.
"Otros adoptan una postura más defensiva o agresiva, como el denominado boxeo, en el que se colocan erguidos sobre las patas traseras, levantando las delanteras mientras las orejas apuntan hacia arriba y hacia afuera", añaden. "En estos casos pueden emitir gruñidos, una advertencia de que no quieren ser molestados".
Además, en situaciones más extremas, "el conejo puede mostrarse con el cuerpo bajo pero tenso, la cabeza levantada, las orejas echadas hacia atrás, la cola erguida y los dientes a la vista, una postura de amenaza que puede preceder a un ataque si el animal se siente acorralado", advierten.
Observar y crear un ambiente adecuado
Desde la RSPCA recuerdan que uno de los errores más comunes al convivir con conejos es interpretar sus gestos desde una óptica humana. "A diferencia de los perros o gatos, los conejos no utilizan vocalizaciones para comunicar estados de ánimo con tanta frecuencia, por lo que la observación atenta del lenguaje corporal es crucial", detallan.
En este sentido, insisten en que "comprender estos signos permite a los cuidadores actuar de forma adecuada, asegurando así que se respeten las emociones del animal, aunque también debe ir acompañado de un entorno que favorezca su expresión natural".
"Un conejo debe vivir en espacios amplios, tener escondites, contar con una dieta rica en fibra y la compañía ...