
Al menos 34 personas han muerto, entre ellas dos menores, en el ataque de Rusia contra la localidad de Sumi.
Las negociaciones entre Rusia y Estados Unidos para acabar con la guerra en Ucrania "marchan bien", pero quizás no tan bien y no tan rápido como ha asegurado el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este domingo el Kremlin ha matizado las palabras que el líder estadounidense pronunció un día antes, reconociendo que las negociaciones con Washington avanzan positivamente, pero contradiciendo cualquier esperanza de que el conflicto se vaya a resolver en un corto periodo de tiempo. Las relaciones entre Rusia y Ucrania que Trump aseguró que "están yendo bien" chocan con las continuas violación de la tregua sobre instalaciones energéticas por parte de Kiev y Moscú y con el aumento de los ataques rusos sobre territorio ucraniano. El último este mismo domingo en el centro de la ciudad de Sumi, al noreste de Ucrania, donde han muerto más de 30 personas, incluidos dos menores.
El portavoz del Gobierno ruso, Dmitri Peskov, ha reconocido que las conversaciones con Estados Unidos "marchan bien", pero que "no hay que esperar resultados inmediatos". Los problemas eran demasiado complejos y se descuidaron durante mucho tiempo", dijo Peskov, que aseveró que "reactivar las relaciones prácticamente desde cero es un asunto muy difícil". "Este camino consiste en pequeños pasos para recrear un clima de al menos un mínimo de confianza mutua y (luego) fortalecer esta confianza", explicó Peskov, antes de agregar que el "intercambio activo y casi regular de visitas de representantes" de Rusia y EEUU allana el camino a una futura reunión entre Trump y Putin.
El emisario del presidente estadounidense, Steve Witkoff, mantuvo el viernes conversaciones de más de cuatro horas de duración con el presidente ruso en San Petersburgo. "Los presidentes reciben los mensajes transmitidos de esta manera y tienen la oportunidad de evaluar la situación y el enfoque real de las negociaciones", dijó Peskov. El encuentro, el tercero en dos meses, se celebró a puerta cerrada sin que sus detalles trascendieran en la prensa.
La Casa Blanca había expresado su frustración por la falta de avances en las negociaciones para poner fin a los combates, aunque Trump afirmó que "la relación entre Ucrania y Rusia puede estar yendo bien". "Lo van descubrir muy pronto. Llega un punto en el que hay que aguantar o callarse. Ya veremos qué pasa, pero creo que va bien", señaló en sus clásicas ruedas de prensa a bordo del Air Force One, el avión presidencial. Lo cierto es que ambos países se acusan constantemente de violar el alto el fuego de instalaciones energéticas que está en marcha. Una tregua cuya aplicación ha generado muchas dudas, ya que la lista de instalaciones que no se pueden bombardear es diferente para ambas partes. Además, Kiev ha pedido que se amplié el alto el fuego al mar Negro.
Precisamente para abordar la situación de esta zona del conflicto se reunirán representantes de Ucrania y de Rusia los próximos 15 y 16 de abril en Ankara, la capital de Turquía. Según los medios turcos citando fuentes del Ministerio de Defensa del país, la reunión tendrá lugar en el cuartel general de la Armada turca y en ella participarán también representantes de otros países, sin dar más detalles. Esta reunión tendrá una importante relevancia, ya que a lo largo de estos más de tres años de guerra apenas se han sentado juntos en una mesa de negociación. Turquía, junto con Naciones Unidas, ya medió entre los dos países para cerrar en verano de 2022 un acuerdo que creó un corredor a través del mar Negro que permitió llevar a los mercados internacionales millones de toneladas de cereal y otros productos agrícolas de Ucrania.
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