
El escritor ha visto extinguido su contrato y recupera los derechos de autor sobre su libro, sobre José Bretón
El pasado 26 de marzo tenía que haber salido a la venta un libro que se esperaba con expectación, El odio, de Luisgé Martín, editado por Anagrama, su 'casa' desde hace al menos ocho años.
El título abordaba las conversaciones que el autor, dueño de una sólida obra conocida y premiada, mantuvo durante tres años con José Bretón, el parricida de sus hijos, en las que confesaba lo que no dijo en el juicio: ser el asesino de los niños.
La madre de los pequeños Ruth y José Bretón, Ruth Ortiz, exigió a la editorial que no distribuyera el título, momento en el que comenzó una espiral de movimientos judiciales que ha concluido con una decisión irrevocable por parte de la editorial: extinguir el contrato con el Martín y devolverle los derechos de autor.
Luisgé, autor de una quincena de títulos, entre ellos el premio Herralde de 2020 con Cien noches, recupera así la propiedad de un libro que Anagrama ha decidido no publicar de ninguna de las maneras, tras haber demorado la resolución durante semanas. Pero, ¿qué ha dinamitado finalmente la relación entre autor y editorial?
20minutos ha tratado de contactar con el escritor, pero sin resultado. Por el contrario, su representante literaria, Palmira Márquez, de la agencia Dospassos, sí ha atendido la llamada de este periódico: "Acatamos la decisión de la editorial -ha dicho Márquez- lo que no quiere decir que la compartamos".
Palmira Márquez, amiga personal del autor, ha declinado hacer ninguna declaración sobre las causas que han terminado con esta 'ruptura' unilateral. "Hablaremos en unos días", se ha limitado a decir. Sí ha dicho que Martín (de 63 años) "se encuentra bien" tras conocer la decisión.
El gabinete de prensa de Anagrama ha hecho llegar a esta redacción un comunicado, publicado íntegramente, pero no ha contestado a cuestiones como la tirada que se había hecho de este libro y el dinero que supone la 'destrucción' de ejemplares.
Tampoco se sabe si el autor y la editorial han 'peleado' por la distribución y publicación del libro, dado que la justicia finalmente avaló que saliera a la luz.
Otras fuentes del mundo editorial consultadas por este periódico estiman que previsiblemente la editorial ha valorado el daño reputacional que la polémica le estaba ocasionando. Anagrama tiene en su catálogo nombres de la talla de Sara Mesa, Milena Busquets, Emmanuel Carrère, Benjamin Labatut, Leila Guerriero, Rafael Chirbes o Amélie Nothomb, por citar algunos.
Las fuentes indican que había amenazas de boicot a la editorial tanto de lectores como de librerías si El odio se ponía finalmente en los escaparates.
Si se vendía el libro, el perjuicio podía ser enorme, mucho más que el coste económico que supone la desvinculación con el escritor. Aunque no se conocía un caso similar reciente al de El odio y con tanta repercusión mediática y social, en el ámbito editorial no resulta tan extraña la opción tomada por Anagrama.
"En los contratos hay cláusulas que dicen que se puede extinguir en función de algunas circunstancias. El autor se queda con el anticipo, probablemente dos tercios, ya que el tercio de publicación no lo habrá llegado a cobrar. La editorial 'destruye' a continuación la edición".
"Es un activo tóxico", han llegado a calificar estas fuentes. La solución habría pasado por no pagar lo que quedara de dinero acordado pendiente y devolverle a Martín sus derechos. "Él se la intenta vender a otra editorial, previsiblemente pequeña. Y cobra un nuevo anticipo".
Con los derechos en la mano se da margen al escritor a que coloque su trabajo, en el que ha invertido largo tiempo. Estaría por ver si las grandes editoriales de este país, como Random House y Planeta, están por la labor de 'jugársela' a esta carta.
El baile de grandes figuras es habitual entre grandes grupos, por cuestiones monetarias o por deseos personales de mejora de los escritores: más difusión, cansancio acumulado, nuevos impulsos, ganas de probar...
Más extraño es que un escritor 'abandonado' por su casa madre en medio de la controversia sea adoptado por otros. Sea como sea, Luisgé Martín acumula una quincena de libros entre ficción y ensayo. Filólogo de formación, ha trabajado en el ámbito político para personajes como el mismo Pedro Sánchez, presidente del gobierno. Y dirigió hasta el pasado año el Instituto Cerva...