:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F424%2F19d%2Fe80%2F42419de804767a0b67555e65b7fd6196.jpg)
En Oliva de la Frontera, municipio de Badajoz de 5.000 habitantes, no se hablaba de otra cosa: las Azúcar Moreno actuaban en el pueblo el sábado 5 de abril. Pero el concierto del popular dúo acabó desatando una bronca política entre el PP y el PSOE. ¿El motivo? El uso de los baños del centro de salud del municipio como camerino improvisado. Lo que podía haber sido una anécdota simpática se ha convertido en una trifulca con comunicados cruzados, disculpas y algún que otro tirón de orejas.
Todo comenzó cuando el grupo se encontraba en el municipio para su actuación en la Feria de la Dehesa. Según relata su representante en conversación con El Confidencial, las artistas tenían frío y solicitaron un espacio para cambiarse. Se les ofrecieron unos baños en una parte del centro de salud que, asegura, no estaba en uso en ese momento. Las artistas accedieron, se cambiaron y salieron. Fin. O eso creían porque, poco después, la cosa se complicó.
El PSOE censuró en un comunicado en redes sociales que el Ayuntamiento hubiese permitido que se usase el centro de salud para ese fin y señalaron directamente al teniente de Alcalde del municipio, Antonio Javier Pérez, que también trabaja como técnico de transporte sanitario. A las críticas del grupo socialista en el Consistorio se sumaron las de otras voces del partido en Extremadura, entre ellas, las de José María Vergeles, exconsejero de Sanidad.
"El Teniente de Alcalde tomó esa decisión de manera unilateral"
El Servicio Extremeño de Salud (SES), por su parte, se ha desmarcado de la decisión del Ayuntamiento y, como explican fuentes de la Consejería de Sanidad a El Confidencial, en ningún momento se autorizó el uso del centro de salud como un camerino. Señalan además al teniente de Alcalde de actuar de "forma unilateral" y de desoír "las advertencias de la Subdirectora del Centro". "El SES considera este hecho de extrema gravedad", ahondan las mismas fuentes que añaden que ya se ha puesto el caso en conocimiento de la Dirección Médica del Área de Salud de Badajoz para que se tomen las medidas que se consideren oportunas.
Tras las críticas del PSOE, el Consistorio no tardó en responder. A través de un comunicado asumieron la responsabilidad de lo ocurrido y reconocieron que fue una decisión improvisada y que no se solicitó permiso a la Junta de Extremadura. También pidieron disculpas tanto a los responsables políticos como al personal sanitario del centro y enviaron correos de disculpa formales al diputado Vergeles y a la presidenta de la Junta, María Guardiola.
María Guardiola propone a Sánchez que el Estado asuma la gestión de las centrales nucleares
El ConfidencialRifirrafes políticosEl alcalde, Juan Antonio García, escribió personalmente a ambos actores políticos. No obstante, a Vergeles le reprochó utilizar políticamente el incidente para cargar contra la presidenta extremeña del PP: "Siento lo que pasó, pero siento más que el Sr. Vergeles utilice un fallo mío para atacarla a usted", dijo en referencia a las críticas que el socialista había vertido contra Guardiola.
Mientras tanto, el representante de Azúcar Moreno insiste: "No interrumpimos ninguna urgencia, usamos un espacio vacío. Hacía mucho frío y se nos ofreció ese sitio". Añade que lo que realmente pudo molestar fue el pequeño revuelo que se formó en la entrada del centro cuando varios vecinos se acercaron a hacerse fotos con las artistas. "Es normal, son muy queridas, pero todo fue muy rápido".
Así se convirtió una anécdota en un rifirrafe político. En Oliva de la Frontera, por unas horas, la música dio paso a la polémica. Y el eco del concierto todavía retumba en los despachos.