
Carolina Durante lesionados, los Hombres G imparables y Zahara reconciliada 'Con las ganas' marcan el festival.
Si algo tienen en común todos los festivales, es la expectación común durante los minutos antes de cada concierto. El no poder predecir si estás ante y rodeado de un público entregado, si se corearán y bailarán las canciones o si la pista está llena únicamente de curiosos que se acercan a ver en directo a algunos artistas reconocidos. La fina línea entre que sea un conciertazo o se escuchen conversaciones por encima de la música. Pero en el SanSan Festival pasa algo distinto: la entrega generalizada sea quien sea el que esté encima del escenario. Quizá por ser el primero de la temporada. Quizá porque esta decimoprimera edición ha contado con uno de los carteles pop-rock-indie más atractivos del año. O quizá por una convivencia más que evidente entre todo tipo de generaciones.
El benjamín de "La tierra de los festivales" ha aprendido rápido de los mayores y esta Semana Santa ha atraído a todo tipo de público. Concretamente 45.000 zetas, millenials, boomers y equis codo con codo en pogos, barras de cerveza (con un vaso gratis por entrada, por cierto) y largas esperas frente a las vallas de primeras filas. Escenarios principales siameses que alternaron Los Planetas (1993) con Carolina Durante (2017) el jueves; Hombres G (1982) con Dani Fernández (2016) y Niña Polaca (2018) el viernes Amaia (2017) con el escocés Franz Ferdinand (2001), Sidonie (1997) y Lori Meyers (1998).
Sin embargo, las historias buenas vale la pena contarlas desde el principio, y con todo lujo de detalles. Bajo la atenta mirada de una gran noria al estilo Coachella, Pipiolas, Depresión y Ralphie Chgo alzaron el telón antes de que Los Planetas concentrasen en la explanada a cincuentones y sesentones a mansalva. Cazadoras de cuero, copas de vino y cigarros entre éxitos de Super 8. Un grupo para sus fieles que, minutos después, quedó eclipsado por unos Carolina Durante en muletas, pero que no dejó indiferente a nadie. Ni siquiera a una pequeña de apenas diez años en primera fila con sus padres. "Hay cantera!", gritaban algunos cuando apareció en las pantallas junto a un grupo de veinteañeros. Y tanto que la hay. Tres generaciones en un vistazo.
"¡No te rayes, Diego!", gritaban al solista desde las primeras filas cuando explicó que se había roto el ligamento cruzado y más cosas que no recuerda cómo se llamban. Parece que el grupo tirará para adelante con la gira de verano como puedan. Pero la cara del solista no reflejaba ese convencimiento. Sin embargo, pese a estar sentado o apoyado, las canciones recientes y antiguas hicieron saltar a una pista que cada cinco minutos se agujereaba para estallaba en pogos. Una prueba de fuego superada en la que los cuatro chavales lesionados demostraron que podrán mantener el nivel este verano. Aunque un poco sí se echaron de menos a Diego y sus espasmos. Al grupo madrileño lo siguió un especial Alizz y unas rompedoras Cariño relevando el toque rock-femenino sembrado a primera hora de la tarde por las Pipiolas y cerrando el día favorito de muchos.
Un viernes de alineación de astros
El viernes prometía ser más flojo. Pero y la poca pausa entre grandes conciertos mantuvo el ritmo toda la tarde. El sol, el buen tiempo y el primer día festivo en la provincia también acompañaron. El festival estaba más lleno que el jueves. Un magnético Siloé al atardecer atrajo a miles de inició la cadena de concierto imperdibles hasta el cierre. Lo siguió Zahara ravera y, si el jueves se alinearon Los Planetas, el viernes se alinearon los astros durante su concierto. La cantante más política, poética y polémica del panorama actual se reconcilió con su primer gran hit ‘Con las ganas’, nada que ver con el techno que la caracteriza últimamente, pero que puede ser interpretado como una declaración de intenciones. Dar gracias a lo que la colocó en el foco y un canto al cambio y a la evolución: "Sin embargo fueron tuyos/Los primeros voleteos".
A Zahara le siguieron unos perfectos Hombres G que fueron la viva imagen de padres emocionados e hijos educados musicalmente. Saltos en grupos en ‘Vamos a pasárnoslo bien’; veinteañeras saltando en "Vamos juntos hasta Italia/Quiero comprarme un jersey a rayas" y éxtasis con un archiconocido ‘Sufre Mamón’. Al alto listón se enfrentó un potente Dani Fernández, que atrapó menos a los cincuentones, pero hizo saltar y llorar a los veinteañeros y unos siempre perfectos Dorian, por letras, por gráficos y por sus infalibles ‘A cualquier otra parte’ y ‘Tormenta de Arena’. Pero el premio a la sorpresa de la noche se lo llevó Niña Polac...