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Cuando Las Niñas estrenaron en Hinojos La historia de una amapola que escapó de entre los trigos no había nadie en aquel escenario preocupado porque el público fuera capaz de llevar las palmas al compás. No es lo habitual para este colectivo de drags —aunque ellas se autodenominan travestis— que se han baqueteado, sobre todo, en escenarios más allá de Despeñaperros. Belial, una de las componentes de este grupo de artistas andaluzas, ha intentado dar más de un cursillo acelerado para que el público de Madrid, donde viven todas las componentes de Las Niñas, fuera capaz de seguirle el ritmo en sus actuaciones nocturnas, sin demasiado éxito. En Hinojos, que es su pueblo, no hizo falta.
En esta localidad onubense de apenas 4.000 habitantes acogió el estreno de la gira Las Niñas, que las debe llevar por todos los rincones de Andalucía para presentar su reflexión sobre "lo travesti y lo andaluz" después de años ejerciendo de andaluzas lejos de su casa. Fue el pasado 7 de febrero cuando echó a andar un viaje que tuvo su origen en la escena LGTBI de Sevilla, después viajó a la capital y ahora vuelve a casa. Aunque nunca se han ido muy lejos. Este colectivo lo forman varias artistas, pero las que estuvieron en Hinojos fueron Belial y su paisana Rosario Molina, también hinojera, junto con Berrenga, de Ubrique (Cádiz); Carvento, de Córdoba y La Sussi y Pakita, de Sevilla.
Todas viven en Madrid desde hace años y tienen como leitmotiv de sus actuaciones a referentes de la cultura andaluza. Belial basó su parte del espectáculo en música de la también onubense Rocío Márquez, mientras que Berrenga tiró del rock andaluz de los 70, con temas de Triana y Lole y Manuel. La Sussi hizo de Isabel Pantoja y Rosario Molina se fijó en Gracia Montes para recuperar a la Maruja limón de la coplera sevillana. Carvento imitó a Rocío Jurado en aquella recordada actuación en televisión en la que la chipionera rememoró cómo le cantó una saeta a la Macarena desde el balcón de la basílica mientras Rafael de León le iba soplando la letra. Y Pakita, la más mediática del grupo por su participación en el concurso Drag Race España, cantó en directo su versión del Cariño trianero de Carmen Sevilla.
Son todas actuaciones que forman parte del folclore de Andalucía en una comunidad que lleva años intentando sacudirse el folclore de encima, sin demasiado éxito. La muestra es que en la entrega de las medallas por el Día de Andalucía María del Monte ha sacado a bailar sevillanas al presidente del Parlamento autonómico, Jesús Aguirre. Y a nadie le ha parecido una extrañeza. "El andalucismo se está reduciendo mucho a la imagen", se quejaba hace unos días Belial en su intervención, junto a Carvento, en el podcast Bimboficadas. En la conversación, la artista onubense señala, en cierta forma, ese andalucismo pop que ha llevado a todos los partidos del arco parlamentario —salvo Vox— a abrazarse a la bandera blanquiverde que diseñó Blas Infante hace más de un siglo.
"¿Políticamente cuál es tu rollo?¿Qué pasa con la gente en paro? ¿Y con los jornaleros que viven en tiendas de campaña en Huelva?", abunda la travesti de Hinojos en el podcast para reclamar una reflexión sobre el significado del andalucismo. Este 28 de febrero el cómico Manu Sánchez ha recogido una de las medallas de Andalucía y ha reivindicado el carácter "obrero" del sentimiento andaluz. El propio presidente de la Junta, Juanma Moreno, es hijo de la inmigración, ya que nació en Barcelona en una familia malagueña que se fue a Cataluña en busca de un futuro mejor. Belial, Carvento y sus compañeras hicieron lo mismo años después tras comenzar en la escena sevillana para después recalar en Madrid.
Es en la capital donde Las Niñas se han fogueado en la noche, el espacio reservado habitualmente para las drag queens. Este colectivo siempre bebió de sus raíces para abordar asuntos como el "desarraigo, la huida o la nostalgia" en sus espectáculos nocturnos que comenzaron en discotecas de Sevilla para después pasar a Madrid y que ahora viajan al teatro. El espectáculo de Hinojos tuvo una primera versión, una suerte de prueba piloto, que las llevó en el verano de 2023 al Museo Reina Sofía con el objetivo de "descontextualizar" una actuación y sacarla de su escenario habitual, vinculado a la nocturnidad, a un público eminentemente LGTBI y al consumo de alcohol para resignificar su trabajo.
En la localidad onubense lo consiguieron. Gran parte del público eran mayores y procedentes del ámbito rural. De la "música estridente y el barullo" pasaron a la "quietud" de un teatro en un espectáculo ideado, sobre todo, por Belial y Carvento, bailarín profesional de danza contemporánea y clásica. Su objetivo es llevar ese mismo libreto a teatros por toda Andalucía, aunque por el momento tienen una fecha en marzo en Madrid en la que volverán a apostar por la versión reposada de Las Niñas. Y sin renunciar a la versión de salas de fiesta, como la que protagonizaron algunas de las integrantes del grupo en Sevilla en la víspera del 28-F con temática netamente andaluza.
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— Las Niña (@las_ninia) February 10, 2025
Las Niñas nunca han abandonado esta costumbre, la de volver a la capital andaluza cada 28-F a pesar de que su presencia en Sevilla se ha reducido en los últimos años. Esto ocurre en un momento en el que el andalucismo se ha llenado de memes que ya incluso abrazan la oficialidad. No es casualidad que en la entrega de las medallas de Andalucía de 2024 la propia Junta colocó en el vestíbulo del teatro de la Maestranza un photocall con la imagen del Dragonite con las alas teñidas de blanco y verde que inunda las redes sociales. De TikTok y X a lo institucional sin pasar por una reflexión ideológica sobre el significado del andalucismo.
Este tipo de prácticas se explican perfectamente por la existencia de un caladero electoral que vota con la pulsera verde y blanca en la muñeca, aunque eso no se traduce en una explosión de las fuerzas netamente andalucistas. El porcentaje de ciudadanos que se dicen más andaluces que españoles se ha duplicado en un lustro, que es el tiempo que el Centro de Estudios Andaluces lleva publicando su encuesta sobre identidad en los días previos al 28-F. En 2021 eran el 11,8% de los andaluces los que asumían ese postulado y en este año son el 26,8%. Quienes afirman tener una identidad totalmente dual siguen siendo mayoría, pero han pasado en ese mismo tiempo del 77,1% al 54,1%.
En La historia de una amapola, entre copla de Gracia Montes y canción de Triana, Las Niñas protagonizan un interludio en el que reflexionan sobre lo que hay detrás de su arte. La Carvento saca pecho de que el drag que ellas hacen, entre broma y broma, también es andalucismo, pero sin un reconocimiento oficial. En la víspera del 28-F, en la sala que celebraron su Día de Andalucía particular, admitieron lo divertido que es salir de fiesta, pero recordaron que el 28-F debe ser reivindicación. Es su propia forma, con las palmas al compás de fondo, de usar la nostalgia como un elemento discursivo útil, pero sobre todo como una herramienta política.
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