:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fd77%2F4ae%2F0ae%2Fd774ae0ae9616a03152d1b9ebce9c94c.jpg)
Con todas las formalidades posibles arrancan dos años de flirteo con Podemos para intentar que en las próximas elecciones formen parte de otra coalición electoral, que una a todos los partidos a la izquierda del PSOE. Después de dejarles fuera del Consejo de Ministros y darles la excusa perfecta para que abandonaran el grupo parlamentario de Sumar, la propia Yolanda Díaz hizo este fin de semana un llamamiento a la reunificación.
No era la primera vez que lo hacía, la diferencia ahora es que lo asume como un mandato de su propia organización, Movimiento Sumar, que aglutina a antiguos miembros de Podemos y a los independientes que ella fichó. Y que, en su segunda asamblea, celebrada este fin de semana, adquiere vida propia como una parte más de toda la amalgama de formaciones que concurrieron juntas en 2023 bajo el nombre de Sumar.
Tras conseguir salvar los muebles el 23-J, la sucesión de derrotas electorales en las gallegas, las vascas, las catalanas y las europeas, volvió a Díaz y a su espacio extremadamente vulnerables y abrió el debate de que debían volver a una fusión con Podemos para ser otra vez competitivos. Es una operación en la que impera sobre todo el sentido común: Con la izquierda dividida en tres listas puede resultar inalcanzable reeditar el Ejecutivo de coalición.
El líder de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, fue el primero en defender la reconciliación con Pablo Iglesias y este fin de semana el Movimiento Sumar ha incluido por escrito el entendimiento de todas las fuerzas políticas que concurrieron juntas en las elecciones del 23-J como uno de sus objetivos. Con más dos años aún por delante, si Pedro Sánchez mantiene la idea de aguantar hasta 2027, queda muy lejos adivinar qué nueva marca podría integrar a todo el mundo progresista ajeno al PSOE y quién será el candidato. Los puristas de la izquierda esgrimen que ya se verá, cuando se les pregunta por el futuro de Díaz. Pero evidentemente en lo que están pensando es en una plataforma electoral que ya no se llamará Sumar, donde la número uno no sea la ministra de Trabajo y que, probablemente, recupere a Irene Montero como parte de esa candidatura.
Yolanda Díaz apela a la unidad de Podemos con Sumar: "La gente quiere que caminemos juntas"
EFEPara llegar a esa meta, la presión a Podemos ha comenzado. A la propia Díaz y su mensaje de que "la gente quiere que caminemos juntas" se añadió este lunes el de IU. La portavoz de la dirección federal, Eva García Sempere, volvió a dibujar el modelo que tienen en mente en la federación de izquierdas. "Todos dentro y sin vetos", expresó la dirigente del partido que lidera Maíllo, que ya ha empezado a desplegarse sobre el terreno y también entre bambalinas para reconectar los nexos que se han roto en los últimos años.
La elección de Maíllo como jefe de IU dio un nuevo impulso a la formación, que aprovecha su fuerza en Andalucía y Asturias, pero también las buenas relaciones que mantienen con los diferentes partidos del espacio que aspiran a volver a amalgamar. Maíllo nunca ha roto del todo los puentes con Iglesias a pesar de que IU y Podemos acabaron muy distanciados cuando la federación de izquierdas se convirtió en el principal sostén de Yolanda Díaz cuando la gallega quiso independizarse de la cúpula morada. Las formas de la ministra de Trabajo como jefa de la izquierda alternativa acabaron por alejar a IU de su liderazgo, aunque ahora admiten que Díaz ya ha asumido que Sumar es uno más de esos "partidiños" a los que ella minusvaloró en algún momento.
Sumar aboga por reeditar la candidatura de unidad y apela a Podemos
El ConfidencialEl paso de Yolanda Díaz no parece convencer demasiado al principal destinatario de los mensajes, como dejó claro Iglesias en una tertulia radiofónica 24 horas después de la asamblea de Sumar. "El proyecto de una izquierda dócil para el PSOE fracasó", espetó el fundador del partido morado en RNE, un portazo que viene precedido por declaraciones de Podemos sobre los cantos de sirena de la unidad. En la dirección de Ione Belarra y también en el tándem que forman el exvicepresidente y Montero apuestan desde hace tiempo por reforzar la marca Podemos.
"Podemos es la garantía de que la izquierda va a seguir existiendo en España", defendió también Iglesias para aquilatar esta posición. Pero al mismo tiempo ha dejado una puerta abierta a participar en la construcción de "otro tipo de acuerdos". Más allá de la imposibilidad de una reconciliación con la que él mismo designó como heredera, el exlíder morado ha aludido a IU y a otras fuerzas territoriales, actuales aliados de Yolanda Díaz. El marco es que Sumar "no sirve" como paraguas de la izquierda, pero hay que ver "quién se va con el PSOE y quien quiere construir otra cosa".
Ese es el debate en el que están todos, en realidad. O casi todos. Las derrotas electorales, el impacto del caso Errejón, las divisiones internas en la coalición magenta y la pérdida del aura política de Díaz han erosionado el artefacto electoral que fue Sumar. Como apuntó Iglesias de lo que se trata es de construir otra cosa, pero nadie sabe todavía qué. Lo que no entiende nadie es su empeño en decir que hay gente que se marchará al PSOE. Es cierto que dentro del propio espacio algunas personas defienden que lo más rentable sería eso: que la vicepresidenta segunda se presentara con los socialistas pero en estos momentos no pasa de idea peregrina.
En Andalucía ya hay una coalición con Podemos e IU y donde Sumar tiene un papel secundario
IU tiene un as bajo la manga y es que ya existe una fórmula que cumple con los requisitos de esa nueva cáscara y Maíllo se ha propuesto reforzar en los próximos meses. La coalición Por Andalucía nació entre trompicones y anunció la guerra entre Yolanda Díaz y Podemos que hoy sigue vigente, pero tiene bajo su paraguas a todas las fuerzas del espectro con la excepción de los andalucistas-anticapitalistas de Teresa Rodríguez. Sumar no había nacido cuando esta coalición nació para las elecciones de 2023, pero se ha integrado y tiene un protagonismo secundario dada la escasa fuerza que tienen los magentas en la comunidad más poblada del país.
La dupla IU-PCA ha puesto tiene intención de acelerar el proceso de refuerzo de Por Andalucía y aspira a cerrar la participación de Podemos en la alianza en los próximos meses, ya que falta apenas un año para las elecciones andaluzas. Los morados renovaron hace unos meses su cúpula en la comunidad y la nueva líder, Raquel Martínez, se impuso a una candidatura alternativa contraria a la unidad y desde entonces los gestos se han multiplicado. La propia Martínez se ha dejado ver en actos de IU y este fin de semana el coportavoz, Juan Manuel Gómez Jurado, participó en el acto central de la tradicional fiesta que el PCA celebra cada primavera en Córdoba. Jurado es una figura al alza en el Parlamento autonómico y hay quien lo ve incluso como candidato de la coalición.
El pragmatismo de apostar por reforzar la coalición andaluza tiene también su eco en el primer territorio que celebrará elecciones autonómicas y abrirá el nuevo ciclo. Se trata de Castilla y León, donde existe un cierto convencimiento de que sólo la unidad permitirá a Podemos-IU repetir el resultado de 2021 y mantener representación en las Cortes de Valladolid. Y el pragmatismo es lo que tienen en mente las voces dentro del PSOE, algunas del más alto nivel, que defienden la necesidad de que las izquierdas lleguen a un acuerdo que permita reeditar la actual coalición de Moncloa
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}