Con 'El juego del alma', Miren Rojo (Milena Smit), la periodista más rebelde del Diario Sur, ha dejado abierta una puerta a la investigación más complicada de su trayectoria.
[Este artículo contiene spoilers de la 2T de La chica de nieve]
El final de La chica de nieve: El juego del alma esclarecía que detrás del asesinato de Alison se encontraba Nacho (Hugo Welzel), el hermano de Laura Valdivia, cuya desaparición resultaba no tener conexión finalmente con esta muerte. El chaval guardaba rencor a Miren (Milena Smit) por no haber encontrado a su hermana, después de su promesa años atrás y la investigación exitosa del caso de Amaya, obsesionándose con ella y comenzando un peligroso juego de fe.
Su compinche, Borja Pineda, era asesinado finalmente a manos de este, cuando afirmaba que quería dejarlo todo y que no iba a contar nada. Atada para torturarla, Miren también descubría que el psicópata también había estado detrás de la muerte de su amigo y mentor Eduardo (Jose Coronado), cuya ausencia marcaba la vida de la joven.
En ese momento, Miren conseguía engañarlo al fingir desmayarse y huía a la playa, regresando a esa primera escena de esta segunda temporada que rememoraba a su vez la violación que sufrió. La periodista era herida de muerte, pero conseguía zafarse de Nacho y apuñalarlo hasta la muerte, aquel preciso instante en que los inspectores se encontraban con el percal.
La inspectora Belén Millán (Aixa Villagrán) rescataba a Miren y esta abría los ojos al llamarla, a pesar de estar moribunda, dejando claro que la periodista se aferraba a la vida y aún tenía mucho que ofrecernos. Algo que también podría confirmar, todo hay que decirlo, su papel protagonista en el cierre de la trilogía literaria de Javier Castillo, La grieta del silencio. Si bien, el final de El juego del alma es completamente diferente en el libro.
¿Qué significa la trastienda que encuentra la policía?
La última secuencia se ambienta un año después de que Miren Rojo se enfrentara al juego del alma y casi perdiera la vida por ello. Laura Valdivia ha retornado a su vida habitual y concede una entrevista a Jaime Bernal (Miki Esparbé) en la que explica por qué había decidido ocultarse tras quedarse embarazada. Por su parte, Miren ha desaparecido sin dejar rastro alguno. El propio Jaime mira a su asiento vacío y su sonrisa delata que sabe mucho más de ella de lo que le comentaba a su entrevistada.
Posteriormente, la serie concluye con una redada policial en la trastienda de un comercio en el que encuentran una sala escondida. Allí hallan numerosas estanterías con materiales comprometidos, cintas y demás archivos, entre los que podemos ver un fichero dedicado a Miren Rojo y acompañado del año 2009. Su nombre se suma al de otras tantísimas mujeres, pudiendo leer otros como el de Cristina Ruiz (2000), y remontándose a archivos datados incluso en 1994.
Lo más interesante de este archivo se trata del símbolo que acompaña a los materiales y que ya podíamos ver con anterioridad: un tobogán. En la primera temporada de La chica de nieve, Miren ya se encontraba con este distintivo en relación a la violación que sufrió en la playa y que plasmó posteriormente en su libro La chica de nieve.
El hallazgo de una red de pornografía infantil y de violadores salía a la luz así, dando como consecuencia el asesinato entre llamas en una caravana de Luque (Tristán Ulloa) y Foster (Stephan Wiks), dos de los hombres que formaban parte de esta. Dos muertes en la que se veía involucrada Miren.
De hecho, Luque era el encargado de colgar imágenes de la agresión sexual de Miren en una especie de dark web en la que los depredadores pagaban miles de euros para ver cómo mujeres y niños sufrían toda clase de atrocidades. Ella conseguía incluso dar con una serie de usuarios y arrancarle unas esclarecedoras declaraciones, cuando él ya estaba en la cárcel y antes de descubrir que su hijo también estaba implicado.
"No estás luchando contra personas. Estás luchando contra la realidad. Yo estoy aquí encerrado. ¿Hay menos violaciones? ¿Hay menos porno con menores? Da igual que nos encerréis a todos. Siempre vendrá otro que hará lo mismo. Ni siquiera hay jefes. Es el sistema. Es como están organizadas las cosas. No hay malos. El mundo es así. Y te va a hacer pedazos", decía Luque a Miren.
Por su parte, Foster admitía haber visto esta agresión y solo ayudarla a cambio de fotos escabrosas, sufriendo de igual forma un destino fatal. El juego del alma dejaba aparcado todo esto tema, aunque jugaba al despiste con las personas detrás de la violación de Miren. Este podría ser el caso principal que resuelva la tercera temporada, presumiblemente también la última, de... {getToc} $title={Tabla de Contenidos}