Este municipio extremeño de tan solo 10,8 km2 de superficie destaca por su entorno natural.
Extremadura es una de las regiones de España con mayor patrimonio cultural, histórico y artístico. Muchos de sus pueblos siguen manteniendo sus propias tradiciones y esconden algunos de los tesoros rurales más impresionantes del país. Un aspecto que puede resultar curioso son sus nombres y, en este sentido, hay una localidad que llama especialmente la atención por su corto topónimo.
El pueblo con el nombre más corto de Badajoz
En las comunidades autónomas de interior, los topónimos de los pueblos suelen destacar por tener nombres largos y compuestos. En la provincia de Badajoz existen algunos municipios cuyo nombre está conformado por cinco letras, como Feria, Llera, Reina, Risco o Zafra. Sin embargo, hay una localidad con solo cuatro caracteres en su topónimo: Rena.
Este pueblo con una superficie de tan solo 10,8 kilómetros cuadrados, se encuentra próximo a Villar de Rena y es uno de los entornos rurales más característicos de la provincia. Ya había constancia de la existencia de Rena en la época romana, pero el territorio resurgió y cobró mayor importancia en el siglo XII gracias a los templarios.
Esta localidad de tan solo tres letras cuenta con varios puntos de interés. Entre sus monumentos más emblemáticos está la Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles, que se ubica al borde de la carretera de Villar de Rena. También se encuentra el cerro Gallinero, que cuenta con un potente torreón almenado.
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