:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F3da%2Fa81%2F566%2F3daa81566df687b2b82df34150f14c8d.jpg)
Vox ha encontrado en el terreno internacional un trampolín para aumentar sus perspectivas electorales. Santiago Abascal se ha convertido en el único interlocutor de Donald Trump en España. Y solo él manifiesta un apoyo absoluto al presidente norteamericano. En la sede de Bambú creen que cuentan con una gran ventaja competitiva frente a Feijóo, cuyo perfil exterior ha quedado difuminado por la oleada trumpista. No obstante, en Génova trabajan para dar la vuelta al relato y convertir la efusividad de Vox con Trump en una vía de desgaste para el partido ultraconservador en el preámbulo de una guerra económica con EEUU.
Donald Trump ha anunciado "aranceles recíprocos" para todos los socios comerciales de Estados Unidos que apliquen algún tipo de barrera comercial a los productos americanos. Entre sus objetivos estaría el IVA o los impuestos a determinados servicios digitales, como es el caso de la 'tasa Google'. Las amenazas de Estados Unidos ya han forzado a la Comisión Europea a anunciar una respuesta "firme e inmediata".
La delicada situación internacional ha conducido a Abascal a una paradoja. El líder de Vox trata de hacer equilibrios entre mantener un respaldo férreo de su "compañero de armas" y ejercer de custodio del producto nacional frente a cualquier legislación internacional. Y el PP ha visto un hueco para exprimir lo que perciben como una "contradicción" en el discurso del partido ultraconservador. En público no entrarán a la "confrontación" directa con Vox. Pero sí maniobran para tratar de ponerse a la cabeza de la defensa de los intereses de España en el exterior.
"Querían ser el partido de los agricultores, y ahora son el partido de los aranceles", ilustran fuentes populares. El objetivo pasa por situar a Abascal más alineado con los intereses de Trump que con los de su país, y ponerle en apuros especialmente ante el mundo rural, uno de los grandes caladeros de voto de los ultraconservadores y que el PP también pelea por capitalizar. España mantiene un déficit comercial con EEUU, pero exporta productos por valor de 18.900 millones de euros, especialmente petróleo refinado o productos agroalimentarios.
Hasta el momento, Feijóo había evitado fijar una posición clara respecto al segundo mandato del líder republicano en la Casa Blanca. Pero tanto el líder del PP como otros portavoces populares han cambiado el guion en los últimos días, multiplicando sus alusiones a una política arancelaria que, a su juicio, "apadrina" Vox gracias a su "silencio cómplice". Génova alinea su posición a la de la Comisión Europea, aunque huye del "enfrentamiento" total con la Administración americana.
Abascal exculpa a Trump de la guerra comercial y, por el momento, dirige todas las culpas a Ursula von der Leyen al entender que es Bruselas y no EEUU la que "desprotege" a sus propios ganaderos, agricultores o pescadores. "El gran arancel es el pacto verde", argumentó el líder de Vox durante la cumbre de Patriots que presidió en Madrid el pasado fin de semana.
La escalada de la tensión internacional ha hundido la brecha que separa a las dos formaciones de la derecha en España. De hecho, Abascal brotó en X contra Feijóo —al que llamó "pinocho"— después de que el líder del PP le recriminase su connivencia con la política trumpista pese a su posible perjuicio para España y Europa. "¿Silencio cómplice de Vox con los aranceles? No. Lo que hay es una voz muy fuerte de denuncia contra usted y contra Sánchez, por ser personalmente responsables del gran arancel de Bruselas contra nuestro pueblo, es decir, el pacto verde", repitió.
Señor Feijóo, con un pinocho ya teníamos bastante. No siga usted también por el camino de la mentira.¿Silencio cómplice de VOX con los aranceles? NO. Lo que hay es una voz muy fuerte de denuncia contra usted y contra Sánchez por ser personalmente responsables del GRAN ARANCEL… https://t.co/c8pLPFmMjY pic.twitter.com/lgWq5cIx1L
— Santiago Abascal 🇪🇸 (@Santi_ABASCAL) February 11, 2025
Los de Abascal insisten en situar al PP en lo que denominan como "entente progre de Bruselas", desde la que perjudican al sector primario español por culpa de las políticas climáticas, de las trabas a pescadores o de las limitaciones a los agricultores. De hecho, Santiago Abascal ha extremado su órdago. Y avanza que solo apoyará los presupuestos de las seis comunidades donde el PP gobierna en minoría si los presidentes autonómicos se declaran en rebeldía con Bruselas y renuncian de forma expresa a aplicar políticas verdes en sus territorios, aun a riesgo de exponerse a sanciones.
Pero Génova ha encontrado en la política de Trump un revulsivo para combatir el relato de Vox y debilitarles especialmente en el terreno rural, a la espera de cómo se materialice la guerra arancelaria en España. En la dirección del PP se sacuden de la presión de Vox en sus comunidades y avanzan que no cederán a sus "chantajes" ni romperán con sus socios en la Comisión Europea —gobernada en coalición por populares, liberales y socialdemócratas—.
Pero sí prometen que endurecerán la presión en Bruselas para flexibilizar las políticas verdes y forzar una mayor "sensibilidad" con el campo español, y no descuidar el voto del campo frente a un Vox al alza. "No es lo mismo contar con un partido en Europa de 22 eurodiputados y con más porcentaje de voto que la CDU que cuando teníamos 12", subrayan. El propio Feijóo visitó esta semana una plantación agrícola en Lleida para colocar el mensaje de su oposición a la "criminalización del sector" o la "obsesión medioambientalista". Y lanzó una advertencia a la UE: "Cada nueva norma europea debe conllevar la derogación de dos anteriores", avisó.
{getToc} $title={Tabla de Contenidos}