Gerard Butler recuerda el rodaje tan duro de '300': "Siempre acababa alguien en el hospital"


         Gerard Butler recuerda el rodaje tan duro de '300': "Siempre acababa alguien en el hospital"

Esta cinta de Zack Snyder tenía más cosas en común con las Termópilas de lo que sospechábamos.

En 2006, un Gerard Butler descamisado gritó "¡Esto... es... Esparta!", y las cosas no volvieron a ser las mismas ni para él ni para Zack Snyder. Mientras que 300 convirtió al director en la nueva gran promesa del cine de acción, el actor británico quedó asociado para siempre con ese Leónidas que masacraba persas al frente de la tropa espartana.

Y, por lo que cuenta ahora Butler, había que tener algo de espartano para sobrevivir a aquel rodaje. En declaraciones a People (vía Deadline), el actor ha recordado cómo la adaptación del cómic de Frank Miller estuvo llena de unos percances que ríete tú de las Guerras médicas. Aunque, lo que es al médico, tuvo que ir más de uno.

"Una lanza metida en el ojo"

"Recuerdo que todos los días había que llevar a alguien al hospital", explica Gerard Butler. "Estabas rodando una pelea, te dabas la vuelta y ahí había un tío al que le habían dado con una lanza en el ojo. Otra vez, mirabas y alguien se había caído y se había roto el tobillo. Era una locura".

En su momento, 300 llamó la atención por haberse rodado usando 'cromas' y fondos digitales: así pues, tiene su mérito que un rodaje en estudio se convirtiera en tamaño campo de batalla. Y, sin embargo, no es la única producción 'intensa' en la carrera de Butler.

En la surfera Persiguiendo Mavericks, sin ir más lejos, el actor estuvo a punto de acabar en brazos de Neptuno cuando le arrastraron las olas. "Casi me ahogo", recuerda. "Pensé que todo se había acabado. Tuvieron que sacarme y llevarme al hospital, donde me dieron con el desfibrilador. Fue intenso".

Y no te creas que él es el único al que afecta este aura, porque sus compañeras de reparto también pueden dar testimonio de él, incluso en el rodaje de Postdata: Te quiero. "Le abrí la cabeza a Hilary Swank: aún tiene la cicatriz", relata. Y recuerda cómo, en otra escena, un equipo de cámara casi les aplasta a ambos.

En Tomb Raider: La cuna de la vida, por su parte, la que se llevó el gordo fue Angelina Jolie: "Casi le pego un tiro en la cara", recuerda Gerard Butler. "Yo estaba descendiendo, colgado boca abajo. Tenía que disparar una pistola, pero no tenía control sobre a dónde iba el tiro. Así que disparé, y fallé por los pelos".

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